La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos ha empezado a tomar huellas digitales, así como a identificar a través del iris a migrantes menores de 14 años para detectar posibles casos de explotación infantil y establecer con más fiabilidad la identidad del menor y sus padres.
“Se toman medidas para detectar la trata de personas, establecer la identidad del menor y que el adulto que lo acompaña es en verdad su padre o tutor legal”, señaló ayer la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
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La agencia federal, que hasta la implementación de estas nuevas medidas solo tomaba fotografías a los niños menores de 14 años, indicó que habían detectado casos de menores utilizados por adultos con los que no tenían ninguna relación para la entrada ilegal al país, dado que las autoridades los liberaban en Estados Unidos.
Según cifras de esta agencia federal, entre el pasado primero de octubre de 2018 y hasta el 30 de marzo de 2019 se identificó a mas de 2,700 personas en la frontera con México que de manera fraudulenta afirmaban ser parte de una unidad familiar.
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Esto incluye a adultos que decían ser un menor de edad que viajaba con sus padres, y que luego se determinó que tenían más de 18 años, como personas que no tenían relación con la unidad familiar con la que fueron detenidos.
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La Patrulla Fronteriza en el Valle del Río Grande (Texas) y Yuma (Arizona) ya comenzó a recopilar datos biométricos de personas menores de 14 años, esto incluye huellas digitales, fotografías y cuando es posible la identificación del iris ocular, información que luego se compara con bases de datos nacionales e internacionales.
Según la agencia federal, que aclaró que por el momento no se han implementado pruebas genéticas de ADN, las medidas se aplican según cada caso, y si es que hay sospechas de que el menor pueda ser una víctima de la trata de personas o de que adulto que lo acompaña reclama de forma fraudulenta que es el padre o tutor del menor.
Mientras Estados Unidos toma medidas para identificar mejor a los menores migrantes, desde Honduras siguen emigrando, y de países como México los continúan deportando.
El Instituto Nacional del Migrante de México ayer retornó a 104 hondureños: 63 menores de edad y 41 adultos con estancia irregular.
El traslado por vía aérea fue desde Minatitlán, Veracruz, a San Pedro Sula cumpliendo con las normas y procedimientos migratorios vigentes.