La subcuenca del río Danto de La Ceiba, Atlántida, principal abastecedor de agua del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa), está siendo severamente afectada con la tala del bosque.
Esta área protegida, de más de 15,000 hectáreas, es rica en acuíferos con tributantes como La Ausencia, El Padre y El Bejuco.
Los asentamientos humanos dedicados a la ganadería y la siembra de palma africana, entre otros cultivos, amenazan con secar el recurso hídrico. Esto opera en la zona sin control y de manera ilegal y las autoridades poco o nada pueden hacer.
En junio pasado, la Fiscalía, el Segundo Batallón Verde, Instituto de Conservación Forestal (ICF) y Procuraduría General de la República, entre otras instituciones, realizaron un operativo en la zona, constatando que unas 160 hectáreas de bosque habían sido quemadas.
El martes 12 de noviembre se realizó una segunda inspección en la zona y las autoridades constataron que el bosque primario sigue siendo arrasado. Se confirmó que aproximadamente unos seis mil árboles fueron talados y quemados para dar paso a la siembra de pasto para ganado.
“Se pudo identificar que hay una enorme cantidad de tierra definida para la ganadería extensiva, pudimos encontrar ganado, viviendas y llegamos a una conclusión que debido a esto es la razón del porqué cada verano no tenemos agua”, manifestó Osman Suazo, de operaciones del Sanaa.
A finales de la década de 1980, al Sanaa le asignaron 15,611 hectáreas para protección forestal y producción de agua, las que están ubicadas en la zona núcleo del Parque Nacional Pico Bonito, entre la comunidad de Tegucigalpita y el río Bonito.
“Ilegalmente, estas personas han metido maquinaria pesada sin que las autoridades se den cuenta. Cómo es posible que esta ganadería se dé el lujo de botar arriba de seis mil árboles en un área continua, que su bosque primario fue eliminado”, agregó Suazo.
En el marco del decreto presidencial “Cero deforestación” se han ejecutado acciones para parar la tala del bosque; sin embargo, no ha sido suficiente.
Entre las iniciativas está la reciente inauguración del segundo Batallón Verde en el municipio de San Francisco, Atlántida. Asimismo, la ampliación de los límites del Parque Nacional Pico Bonito para abarcar las cuencas y subcuencas de Danto y otros ríos.
Autoridades del Sanaa piden a la comandancia del Segundo Batallón Verde que se instale un destacamento militar en la zona conocida como La 25 y la Ausencia, para asegurar la protección de más de 15,000 hectáreas de bosque donde se encuentran los acuíferos tributantes del río Danto.