Tegucigalpa
Expertos en asuntos de seguridad no ven viable la construcción de una cárcel en Islas del Cisne y más bien lo consideran como un capricho de parte del actual Gobierno.
Muchos son los que se preguntan por qué tanta persistencia en querer erigir un centro penal de máxima seguridad en un lugar tan apartado de tierra firme, sabiendo las implicaciones operacionales que este traería, principalmente desde el punto de vista presupuestario.
Desde la óptica del general (r) Isaías Barahona, otrora jefe del Estado Mayor Conjunto (EMC) de las Fuerzas Armadas de Honduras, no es más que un capricho de esta administración. “Es un gran disparate hacer una cárcel en Islas del Cisne, es la primera impresión que causa”, señaló.
Más datos relevantes
Costo. Financiamiento. Se estima que la construcción de una cárcel en el archipiélago puede costar más de 80 millones de dólares.
Licencia. Serna. La Serna señaló en su licencia ambiental que los costos por daños al ambiente serán responsabilidad y pagados por el contratista.
Capacidad. Internos. La cárcel en la isla mayor del archipiélago tendrá capacidad para albergar a 2,000 reclusos considerados peligrosos.
Demanda. Ambientalistas. Sectores ambientalistas anuncian una acción legal ante la CSJ para frenar la construcción.
De acuerdo con el criterio del exjerarca de las Fuerzas Armadas, “lo quieren vender como que es una solución estratégica. No hay duda de que da lugar a pensar de que detrás de eso hay un trasfondo; es difícil adivinar cuál es el trasfondo, efectivamente lo que se vaya a hacer allí es caro”.
Sobre este intento se refirió en el mismo sentido el también general (r) Luis Maldonado, exsubjefe del EMC: “Se trata de una decisión desacertada, ya que es un contrasentido respecto a lo que implica la seguridad, no implica ese aislamiento seguridad que tenga algún efecto para Honduras”.
Maldonado exteriorizó que “la única pretensión de este Gobierno es hacerle creer al pueblo que está cumpliendo con una promesa de campaña de dar seguridad. Parece que es más una obstinación de cumplir la palabra que la reflexión para tomar una decisión de este tipo”.
Aspectos de seguridad
Si lo que pretende la actual administración, con la cimentación de un reclusorio, es aislar a pandilleros, asesinos y hasta capos del narcotráfico, según los entrevistados, la lejanía y los elementos marítimos y aéreos podrían ser una ventaja para una potencial liberación de reos de alto calibre.
“Si allí llegaran a meter un día a un capo del crimen organizado de alto perfil, tenga la plena seguridad que en semanas se lo van a ir a rescatar un comando de cualquier parte del mundo; submarinos les pueden mandar allí”, aseguró el general (r) Isaías Barahona.
El pequeño archipiélago, territorio insular de Honduras, lo componen tres pequeñas islas: Cisne Grande, Cisne Pequeño y el cayo Pájaro Bobo; en la isla principal está construido un pequeño apostadero naval, vigilado y ocupado por miembros de la Fuerza Naval de Honduras.
Además del apostadero naval hay una pista de aterrizaje que es utilizada por las aeronaves de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) cuando es necesario, infraestructura que también podría ser usada por las mismas organizaciones criminales para un latente rescate de reos.
En la actualidad viven en la isla alrededor de 25 militares, quienes son relevados periódicamente.
