Comerciantes limeños resurgen del lodo y llenan de vida la ciudad

LA LIMA.

“La bodega ha sido un patrimonio familiar de más de 20 años, mi madre ha trabajado duro para sacar adelante a la familia; pero ahora estamos resurgiendo de la tragedia”, expresó la comerciante Yolani Osorio.

Este núcleo familiar emprendedor tiene 20 empleados. Ahí, propietarios y empleados son damnificados porque perdieron todo en sus viviendas; sin embargo, hacen el esfuerzo para volver a levantarse.

“Pedimos el apoyo con préstamos de bajos intereses para pagar nuestras deudas”: Yolani Izaguirre, comerciante.

“Hacemos el llamado al Gobierno para que gestione préstamos con intereses bajos, tenemos deudas porque perdimos los productos y tenemos el compromiso de pagarlos;pero debemos seguir adelante porque de este negocio dependen muchas familias, no pedimos nada regalado, pero sí facilidades en créditos”, manifestó Damary Osorio.

Las montañas del lodo y escombros se encuentran en casi todas las esquinas de la ciudad; pero los limeños a pesar de seguir viviendo una tragedia, no desisten y aunque perdieron todo, poco a poco se van levantando.

“Pedimos a la alcaldía que deje trabajar a los vendedores, necesitamos recuperarnos”: Osman Cardona,presidente de vendedores.

Lo que parecía una ciudad fantasma ya está teniendo movimiento comercial. Ventas de ropa, comida, frutas, verduras y hasta adornos navideños dan un poco de vida a lo que fue una de las mayores zonas de desastre provocada por las inundaciones del río Chamelecón.

En la calle del comercio hay negocios que estaban anegados con lodo, ahora parece que nunca fueron afectados. Los estantes limpios, mercadería nueva y sus empleados atendiendo con amabilidad para poder atraer a los clientes y que dejen su dinero en el mismo municipio y así no tengan que ir a comprar en otras ciudades, vigorizan la Ciudad del Oro Verde.

Suyapa Fuentes es otra comerciante con más de 30 años de ser propietaria de una tienda, que a pesar de vivir doble tragedia, porque un día antes de las inundaciones murió su esposo, se aferra a seguir adelante.“He perdido mucho, mi esposo, el negocio que ha sido nuestro patrimonio, pero nos toca seguir adelante, no nos dejaremos vencer porque tenemos la ayuda de Dios”.

Otros vendedores también buscan resurgir.

Elizabeth Zelaya, con pala en mano, limpiaba una esquina para colocar una carpa con venta de ropa. “Teníamos una plaza comercial, pero está llena de lodo, ahí todo quedó perdido y no podemos esperar más tiempo para que la habiliten, queremos aprovechar la temporada navideña para recuperar un poco los gastos, ya que la mercadería que teníamos era al crédito y la debemos”, explicó.

Gabriel Lanza, subdirector de la Policía Municipal, manifestó que están trabajando en limpieza, por lo que hay partes adonde no pueden instalar negocios, “entendemos que las personas necesitan trabajar”.