11/12/2024
12:36 PM

Hondureña lucha por mantener vivo a su hijo que no mira, no camina y tiene hidrocefalia

Adonay Lemus fue diagnosticado con hidrocefalia, sufre de discapacidades motrices e intelectuales.

San Pedro Sula, Cortés.

Para Lidia Hernández Suazo (38) no ha sido fácil ganar la contienda contra los problemas de salud que aquejan desde el nacimiento a su pequeño Adonay Lemus Hernández (7).

Han sido años de mucho sacrificio para evitar que su niño pierda la vida, de coraje para sostenerse cuando el hambre toca la puerta de su casa, cuando observa su bolsillo y se da cuenta que con el poco dinero que tiene debe de ingeniárselas, entre lo que implica la compra de medicamentos y el gasto diario del hogar.

Padecimientos de Adonay
-Desde que nació fue diagnosticado con hidrocefalia, enfermedad que se caracteriza por un aumento del tamaño de la cabeza.

-El porcentaje de habla es reducido, poco entendible.

-La vista es nula en su totalidad.

- Tiene espina bífida / malformación en la columna.

Lidia tiene cinco hijos, siendo Adonay el último de ellos. Todos viven en la colonia Japón, jurisdicción de Choloma, al norte de Honduras.

Su esposo y padre de sus hijos los abandonó cuando se enteró que Adonay había nacido con problemas, lo que implicaría una lucha constante desde entonces hasta ahora.

Esta madre estuvo trabajando durante 16 años como operaria en una maquila de la ciudad, pero cuando le tocó asistir de manera permanente a su hijo, fue despedida.

Foto: La Prensa

Adonay ha sido operado en más de 10 ocasiones en el Insituto Hondureño de Seguridad Social de San Pedro Sula. Foto: Franklin Muñoz.

-Su hija mayor, su principal brazo de ayuda-

Keyli Lemus, con apenas 21 años e hija mayor de Lidia, se ha convertido en el sol de esperanza para esta familia, ya que desde que despidieron del trabajo a su madre en 2015, ella ha tomado prácticamente la obligación económica del hogar.

Nota relacionada: Más de 100 niños nacen con espina bífida al año en San Pedro Sula

'Mi hija siempre nos apoya con un poco del dinero que ella gana al mes, eso lo usamos para comprar parte de los medicamentos o comida, lo demás que recibimos es por el buen corazón del resto de la gente', comentó a LA PRENSA, Lidia Hernández.

Para ayuda
-Teléfono de doña Lidia: 9880-3245
-Celular de Katia Danilov, cercana a la familia: 9742-1754
-Correo de periodista: jerson.trigueros@laprensa.hn
Keyli trabaja como maestra de un kínder y a está a punto de graduarse como licenciada en Educación en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (Upnfm) en San Pedro Sula. 'Lastimosamente nunca he podido costear los estudios de mis hijos, cada uno de ellos se lo ha ido dando gracias a su trabajo', agregó.

Foto: La Prensa

Adonay ha sido el motivo de lucha constante para Lidia Hernández, su madre, luego que su esposo los abandonara. Foto: Franklin Muñoz.
La lucha de esta madre por la salud de su hijo implica estar al pendiente de él día y noche, sobre todo cuando le dan convulsiones, son momentos de crisis y miedo al pensar que en cualquier momento el corazón de su Adonay ya no resista y pueda paralizarse.

-Una vida entre el dolor y el amor-

Mientras conversa con LA PRENSA, Lidia observa por una de las ventanas del Instituto Hondureño de Seguridad Social (Ihss) y recuerda con nostalgia cómo algunas madres pasean con sus hijos, ríen juntos, salen a comer, mientras que ella trabaja contra el reloj del tiempo, cada hora, con sus minutos y segundos se dedica a Adonay, ese niño que casi no habla, no mira y no camina.

Adonay ha sido operado de la columna y de otras partes de su cuerpo, según nos detalló y mostró su madre. Foto: Franklin Muñoz.
Ella visita frecuentemente el Seguro Social, donde le dan algunos medicamentos, lo que sirve como oxígeno en su dura situación. Al niño lo traslada en un carrito, en muchos casos los ayudantes y motoristas le colaboran llevándola de forma gratuita y en algunas ocasiones no la halan, 'es como si les estorbáramos', relata esta buena madre.

Pareciera que todo fuera malo, pero no, pese a sacrificar muchos episodios de vida, muy dentro de ella se depierta un orgullo materno, sinónimo de fortaleza que le ayuda a enfrentar la vida misma con mucha hidalguía.

Foto: La Prensa

Viajan mes a mes al Seguro Social para adquirir los medicamentos que se requieren. Foto: Franklin Muñoz.
-Revisiones médicas-

A Adonay lo han revisado diversos especialistas durante todos estos años, tales como neurocirujanos, oftalmólogos y gastroenterólogos. Los medicamentos que el niño requiere mes a mes tienen un valor de entre 1,800 a 2,000 lempiras.

'Cada mes tenemos que ahorrar para comprar sus medicinas, por ejemplo, en este momento tengo 800 lempiras guardados. Además, implica que tenemos que comprar poca comida o en mi caso, que deje de almorzar algunos días para que pueda alcanzar lo que se tiene', mencionó la acongojada mamá.

Foto: La Prensa

El Seguro Social se convirtió por dos años prácticamente en una segunda casa para Lidia mientras su hijo era intervenido. Foto: Franklin Muñoz.

-Sobre la hidrocefalia-

Más de 100 niños llegan al mundo con espina bífida cada año. La principal causa de esta condición es la deficiencia de ácido fólico en la madre durante los meses previos al embarazo y en los primeros tres de este. No obstante, la causa del 5% de los casos que se presentan es desconocida.

Según el portal wikipedia.org, la espina bífida se define como una malformación congénita en la que hay un cierre incompleto del tubo neural y de las últimas vértebras.