Directo y fuerte fue ayer el secretario de Seguridad, Óscar Álvarez, al señalar que unos diez oficiales de la Policía Nacional se han convertido en controladores aéreos para el aterrizaje de narcoavionetas que trasiegan droga desde el sur del continente a Norteamérica.
“Hay sospechas de varios oficiales; tenemos información de diez de ellos”, indicó.
No fue una broma su anuncio del martes, tras su regreso de Estados Unidos, de que “habrá acciones nunca antes vistas” respecto a la depuración profunda de la Policía.
Sus declaraciones también fueron dirigidas al director de la Policía Nacional, José Luis Muñoz Licona, al pedirle que “apriete” para depurar la institución, lo que ha generado un cisma en todo el organismo de seguridad.
“Es una manera cínica de decir las cosas, pero ellos son policías nacionales y se están dedicando a hacer aterrizar avionetas con drogas. Por eso digo que son controladores aéreos que se dedican a aterrizar narcoavionetas”, dijo Álvarez.
Indicó que es difícil agarrar a un policía con un cargamento de droga en las manos.
“Pero si tengo, por ejemplo, pruebas de que una avioneta aterrizó en un lugar del país, los celulares de ellos en esas celdas, las llamadas de ellos y no pertenecen a ese lugar, ¿qué andaban haciendo allí? ¿Andaban de controladores aéreos bajando avionetas? O se les encuentra un fichero en el lugar de la escena del delito o un vehículo a nombre de un oficial. Son pruebas contundentes que estaban fuera de lugar de operaciones haciendo cosas que no les competían”.
Ley para sacar a corruptos
El ministro Álvarez dijo que están “cuadrando” toda la información que han recibido de testigos protegidos.
Agregó que para depurar la institución, en el Congreso Nacional ya se está trabajando en una ley especial que permita separar a los elementos policiales de los que haya sospecha de que están coludidos con el crimen organizado o cualquier delito para que no puedan volver a integrarse a la Policía Nacional.
“Una vez que yo tenga esa ley voy a proceder. Porque ya les he dado mucho tiempo”, indicó.
La ley permitirá al policía defenderse de las acusaciones, pero fuera de la institución.
“Que se defiendan afuera. No es lo mismo un policía corrupto que tenga el uniforme y pueda seguir haciendo de las suyas a que se le quite y se vaya de civil”.
Reprimenda pública
Para aprobar la ley, el secretario de Estado dijo que hay un acuerdo entre todas las bancadas de los partidos políticos.
Por eso alertó ya al jefe de la institución, José Luis Muñoz Licona, sobre la responsabilidad en la que incurrirá si hay oficiales y policías bajo su mando que anden delinquiendo.
Sobre el llamado de atención del ministro, Muñoz Licona dijo que en la institución tienen claro que no se puede tener a personas de esa naturaleza (delincuentes).
“Sin embargo, uno está amarrado porque hay una ley que debe respetar. Por mucho que tenga yo información de cualquier oficial o policía que está participando en una actividad, es difícil para nosotros cuando no se tiene una ley para ello”.
Licona aseguró que el departamento de Asuntos Internos de la Policía tiene gran cantidad de expedientes levantados en los que están trabajando con la Fiscalía para presentarlos.
“Lamentablemente, como los procedimientos investigativos tardan un tiempo y la sociedad quisiera que fuera más rápido. Por esa razón decimos que cambiemos la ley y nos den facilidad”.
El jefe de la Policía dijo que en el pasado tenían atribuciones para adoptar medidas disciplinarias fuertes.
“El simple hecho de que no quieran hacer bien su trabajo debería ser razón suficiente para separarlos de la institución porque aquí se requiere gente que sirva al pueblo hondureño”.
Detalló que hay algunos casos de Policías que andaban en anomalías y que al final andan libres. “Han estado hasta dos, tres años presos y allí están de nuevo de alta en la institución”.
Por este tipo de circunstancias dijo que han estado hablando con el Fiscal General para frenar esta situación y que cumplan su castigo.“Es difícil. Sabemos que van a lidiar con el juez. Y hay personas que se niegan a declarar por alguna reserva, por temor. Hay necesidad de reformar el código de procedimientos penales para no exponer un testigo ante determinado delincuente”.
Reclama depuración general
Óscar Álvarez reclamó ayer también que, así como ellos están depurando la Policía, las otras instituciones, como el Ministerio Público, también lo hagan.
“Hay que ver las otras instituciones porque si estoy depurando la Policía y no se depuran las otras instituciones, estamos arando en el mar. Les voy a pedir a mis amigos de la Fiscalía y a los Juzgados que hagan lo propio. Sólo se habla de Policía corrupta, Policía corrupta, Policía corrupta; miren también la Fiscalía”, declaró Álvarez.
“Muñoz Licona tiene que empezar a apretar”: Óscar Álvarez
“El ministro es el representante del Presidente para aplicar las políticas de seguridad del Estado, pero el que se encarga de la operatividad diaria de la Policía es Muñoz Licona. Él tiene que empezar a apretar”. Eso le dijo el ministro Óscar Álvarez al jefe de la Policía Nacional, José Luis Muñoz Licona, a quien le mandará una notificación.
“Le voy a mandar una nota, donde si al oficial o jefe inmediato superior de un policía o jefe policial lo encontramos corrupto, al jefe inmediato también lo voy a acusar de omisión. En una cadena de mando debe responder por los policías que están debajo de él. Si los mismos policías no quieren defender su institución y no van a hacer nada contra los malos, voy a entrar como se debe”.
“Qué bueno que el ministro va a mocionar”: Jose L. Muñoz Licona
El jefe de la Policía Nacional, José Luis Muñoz Licona, expresó que no pueden actuar contra los policías delincuentes.
“Qué bueno que el ministro va a mocionar en el Congreso para buscar un mecanismo que lo facilite. Ya lo hemos dicho: no tenemos un reglamento disciplinario interno que haga ese tipo de acciones.
La misma ley no se ha reglamentado y eso nos impide ciertas acciones que nos permitan con facilidad limpiar la institución de forma rápida”.
Dijo que en el período de Gautama Fonseca retiraron a varios oficiales, que retornaron, creando incomodidad cuando se sabía de su culpabilidad.
Algunos policías capturados
22 de enero de 2011
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