Los pobladores del municipio de Yauyupe, en el departamento de El Paraíso, aseguran que la tierra se mueve y de ella salen crujidos. Todo podría deberse a un volcán dormido que estaría dando señales de existencia.
Los geógrafos de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, Upnfm, Juan Antonio Moncada y Ramón Rivera descubrieron un volcán inactivo cuyo cráter fue activo hace unos diez millones de años.
Los expertos, luego de haber recibido denuncias de los vecinos, que afirmaban que en la zona se escuchan “retumbos” y ligeras vibraciones en la tierra, lo que les hacía suponer de la activación de un volcán, decidieron explorar en varias comunidades cerca de Yauyupe. El sector donde se hicieron varios estudios exploratorios y análisis de muestras comprende una franja que abarca las comunidades de El Zamorano, San Francisco, Calera, aldea de Lizapa y Maraita hasta llegar a Yauyupe.
Exploración
Las visitas de los geógrafos se extendieron varias semanas y desde la primera exploración observaron indicadores geológicos, como la erosión, acumulación de sedimentos, ascensos rocosos y desprendimiento de formaciones rocosas que causan fuertes ruidos al caer en el vacío.
“El desprendimiento repentino de rocas se considera un proceso geológico generado por el debilitamiento progresivo de los materiales, la actuación de fenómenos naturales y ambientales”, argumentó el entrevistado.
Este mismo desprendimiento de las rocas, según lo comprobado, produce los sonidos estridentes en la zona, que generan pánico entre los pobladores. “Lo cierto es que en esta zona hubo un gigantesco y poderoso volcán, que entró en erupción hace unos diez millones de años y su lava se extendió a unos 30 kilómetros cuadrados, donde hoy se ha formado una serie de terrazas”, manifestó Moncada.
Ubicación
El cono volcánico se encuentra en medio de un paisaje de montañas de perfiles suaves y gastados. Los expertos identificaron como punto central de la antigua estructura geológica un área a unos 80 kilómetros de Tegucigalpa, hacia el oriente del país, que se extiende de este a oeste y forma la meseta de Yauyupe.
De acuerdo con los estudios de los geógrafos, las montañas de la zona experimentan un estirón, o sea un crecimiento vertical rápido que puede ser producto de la presión del suficiente músculo de la placa tectónica que presiona el suelo rocoso o de la erosión del río Tepemechín, que lo hunde.