Fredy Mármol Vallejo, presunto capo hondureño extraditado hacia Estados Unidos, tendrá que defenderse legalmente en aquel país y convencer al juez Donald M. Middlebrooks, el mismo que sentenció a su socio en Honduras, Wilter Blanco, uno de los narcotraficantes más poderosos de la historia del país.
El juez de la Corte del Distrito Sur de la Florida es un experimentado de los juicios por narcotráfico, desde que en 1997 asumió el cargo. Experto en crimen organizado, el juez estadounidense dirigió el caso que dejó en prisión en 2017 a Blanco, condenado a 20 años de prisión en aquel país.
FOTOS: La DEA y FBI acompañaron la extradición de Mármol a EE.UU.
Wilter Blanco fue arrestado en Costa Rica, en noviembre de 2016, desde donde fue extraditado hacia Estados Unidos. El conocido como el “capo multicárteles” era, según las indagaciones de autoridades hondureñas y de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), socio predilecto de Fredy Mármol, investigado por tres delitos relacionados al narcotráfico y cuyo imperio de ostentosos bienes muebles e inmuebles cae poco a poco tras investigaciones y operativos en Honduras.
Cuando Wilter Blanco, primero huyó a Costa Rica y después fue arrestado, la silla del poder del Cártel del Atlántico, que operaba especialmente en Colón, quedó vacía. Ese sitio lo tomó Mármol, según esas investigaciones, por lo que pasó de ser un socio secundario, luego mano derecha de Blanco a máximo líder de una de las organizaciones criminales más fulgurantes de Honduras.
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Agentes del FBI y la DEA acompañaron el traslado del hondureño Mármol Vallejo hacia Estados Unidos, extraditado desde Tegucigalpa, con destino al estado de Florida. Allí, la Fiscalía ya tiene montado todo un proceso contra el presunto capo, quien sería acusado por dos cargos de narcotráfico y otro por lavado de activos.
La fiscal que intentará conseguir una condena contra Mármol Vallejo será Christine Hernández, después de una reasignación tras la salida de Walter Norkin del equipo de la Fiscalía en el caso.
La letrada es descrita como una “fiscal dura”, que ha desencadenado condenas contra asesinos y otros criminales relacionados a la violencia, según la Fiscalía.
