Al menos 14 niños sufrieron quemaduras, algunos de ellos incluso mutilaciones de dedos de las manos, cuando quemaban cohetes, petardos y morteros durante las fiestas de Navidad, informaron hoy fuentes oficiales hondureñas.
El ministro hondureño de Salud, Arturo Bendaña, dijo a periodistas que solamente en Tegucigalpa se registraron unos siete menores lesionados por manipular pólvora.
Bendaña subrayó que se siente 'frustrado' porque la campaña 'Cero niños quemados' durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo promovida por varias instituciones privadas y públicas, entre ellas el Despacho de la Primera Dama, Rosa Elena de Lobo, fue empañada por las quemaduras y mutilaciones que han sufrido varios menores.
Uno de los casos atendidos en el Hospital Materno Infantil es el del niño Lester Gerardo Salinas, quien perdió tres de los dedos de la mano izquierda al prenderle fuego a un poco de pólvora que él mismo le había extraído a varios cohetes que no explosionaron en su momento.
Lester Gerardo, originario de Juticalpa, departamento oriental de Olancho, es uno de los al menos siete menores que sufrieron mutilaciones en sus manos por jugar con pólvora en varias regiones del país, según las autoridades sanitarias.
El cirujano Omar Mejía, quien operó a Lester Gerardo, dijo que el niño 'prácticamente sufrió una lesión de guerra' al perder los dedos anular, medio e índice de su mano izquierda.
Otro caso similar es el de Allan Hernández, de 16 años, quien perdió cuatro dedos de su mano derecha, al evitar que un mortero le explotara a un niño de cinco años, en una aldea del sureño departamento de Valle.
Según su propio relato, Allan evitó que el mortero le estallara al niño, pero al quitárselo, el artefacto le explosionó a él, causándole el grave daño en su mano derecha.
Allan hizo ayer un llamamiento a los padres de familia para que no le den dinero a sus hijos para que compren cohetes, mientras que a los niños les recomendó que no jueguen con pólvora por el peligro que representa para ellos.
Las secretarías de Seguridad y Salud, el Cuerpo de Bomberos, la Cruz Roja y medios de comunicación, entre otros organismos, también han hecho hoy llamamientos a los padres de familia para que no le compren petardos a los niños durante las fiestas de fin de año.
Además, le han pedido a los padres que estén más atentos de sus hijos, porque hay algunos niños que buscan esos artefactos por otros medios.
En muchos casos, los niños sufren quemaduras en sus piernas y brazos al llevar los artefactos hechos a base de pólvora en las bolsas del pantalón o la camisa, donde les explosionan debido a la fricción con su cuerpo.
La venta de pólvora en el país continúa pese a la prohibición de varios gobiernos locales del país.
En Tegucigalpa, la Policía ha incautado en lo que va de diciembre cargamentos de cohetes, petardos y morteros, entre otros artefactos, valorados en casi un millón de lempiras (alrededor de 50.000 dólares).