19/04/2024
03:30 PM

Familia de Angie Peña pide instalar un equipo especial de fiscales e investigadores de la DPI

Hoy se cumplen 18 días desde que la turista Angie Peña desapareció en la isla de Roatán, zona insular de Honduras.

Roatán, Honduras.

La familia Peña Melgares dice sentirse en un “estado de indefensión” a 18 días del desaparecimiento de Angie y ante la “poca” operatividad de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) con relación al caso.

“Ya van 18 días desde que mi hija desapareció y no se ha conformado un equipo de búsqueda por parte de fiscales e investigadores de la DPI que hagan un verdadero trabajo, todo se lo están dejando a la fiscalía de Roatán y ellos no se dan a basto”, cuestionó Wálter Peña, padre de Angie.

“Como familia sentimos angustia porque no miramos el apoyo de la Policía, no sé si sienten temor de actuar, hay amenazas o tienen miedo de meter las manos en Roatán. Aquí la pregunta es qué otra familia seguirá después de nosotros y tendrá que pedir respuesta, existe una apatía ante esta situación”, sostuvo.

“A estas alturas del desaparecimiento de mi hija toda la carga se la dejan a la Fiscalía de Delitos Comunes de Roatán, no sé por qué no quieren intervenir. Gracias al apoyo de los medios de comunicación y a que hemos insistido es que este caso no ha sido una estadística más, le pido la Policía que tenga la voluntad de actuar, que no se deje llevar por especulaciones o hipótesis, queremos que nos ayuden a dar con el paradero de mi hija, que nos digan dónde está para sentir paz”, externó Wálter Peña.

Por su lado, la Policía se aferra a pensar que lo sucedido con la joven turista fue algo de tipo accidental mientras paseaba a bordo de una moto acuática. Las autoridades de invesitgación están a la espera de los resultados de un peritaje hecho en San Pedro Sula a un cordón y un chaleco salvavidas encontrados hace unos días en las aguas de Belice.

Fue el 1 de enero cuando parientes de Angie Peña denunciaron en horas de la noche ante las autoridades locales que la joven turista había desaparecido en West Bay, luego de salir con una hermana y un guía de turismo. Según se conoció, poco tiempo después las hermanas decidieron que el guía las dejara solas y, según las primeras informaciones, Angie Samantha regresó a dejarlo al punto de partida, y después, con malas condiciones del tiempo, no se volvió a saber nada.

Tras formalizarse el reporte, autoridades locales pusieron en marcha un operativo marítimo durante largas horas a través de embarcaciones de pequeño y mediano calado con el fin de ubicar a la capitalina. Desde que empezó la búsqueda, familiares se unieron y se movilizaron por doquier al interior de la isla para estar al tanto de los resultados del caso, sobre todo su padre Wálter Peña.

Apenas pasaron unas horas y salió a la luz una imagen de Angie Peña a bordo de una moto acuática, justo antes de desaparecer, lo que sirvió como punto de partida en la búsqueda e investigación.

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Ante la infructuosa búsqueda y a más de 24 horas desaparecida, se reanudó con patrullajes marítimos, aeronaves de la Fuerza Aérea Hondureña, helicópteros privados y drones en zonas como Roatán, Utila, Guanaja, Puerto Cortés y Guatemala.

Posteriormente, al menos 10 buzos voluntarios, hombres acostumbrados a navegar en las profundidades de la isla, descendieron hasta 200 pies en el mar con el fin de buscar rastros de Angie Peña. Simultáneamente se informaba sobre un cuerpo encontrado en las aguas de Guanaja, isla vecina de Roatán, lo que detonó las alarmas entre las autoridades por la sospecha de que se pudiese tratar de la turista; sin embargo, al ubicar el cuerpo, pese a que fue llevado a Medicina Forense, con las características superficiales se detectó que se trataba de un hombre ya en estado de descomposición.

Estas fueron las últimas imágenes que circularon de la joven turista previo a su desaparecimiento en la isla de Roatán.

Asimismo, se notificó sobre el rescate con vida de dos pescadores que habían desaparecido hacía días en Utila, cuando faneaban, y que fueron encontrados en Omoa, Cortés. Autoridades locales pidieron la declaración de uno de los pescadores para tomar como base en el caso de Angie Peña y que les diese indicios del comportamiento del océano.

El mismo día, la familia Peña Melgares solicitó permisos para viajar a Belice, país vecino, y realizar sobrevuelos en ese territorio. El 5 de enero se descartó, luego de una revisión minuciosa de videos de cámaras instaladas en hoteles, comercios y puntos recreativos de Roatán, que la turista haya sido raptada, como se manejó en su momento.

A través de las imágenes se observó detenidamente los movimientos de la turista, y según indicó la Policía, lo último que se miró sobre ella es cuando se dirigió hacia el mar.

El 6 de enero la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió en 195 países la notificación amarilla solicitada previamente por la DPI en Honduras ante el desaparecimiento de Angie Peña.

El 7 de enero de 2022 la familia Peña Melgares dio a conocer que estarían contratando investigadores privados ante la búsqueda sin resultados concretos por parte de las autoridades hondureñas. A su vez ofrecieron públicamente una recompensa de 250,000 lempiras para quien diera información fidedigna del paradero de Angie.

El 8 de enero de 2022 un submarino que contrató la familia descendió hasta 1,000 pies y durante cinco horas en las aguas de Roatán para tratar de identificar un rastro que condujera hacia Angie Peña, pero tampoco hubo resultados positivos. Ese mismo día se hicieron virales en las redes sociales más imágenes de la turista mientras vacacionaba en Roatán y previo a ser reportada como desaparecida.

El 9 de enero de 2022 Wálter Peña denunció que desconocía el paradero del guía turístico, que fue la última persona que acompañó a Angie previo a desaparecer. La Policía indicó que el guía turístico ya había sido interrogado, que únicamente se limitó a prestar su servicio y que no era ningún sospechoso.

El 11 de enero de 2022 la familia Peña dispuso presionar a las autoridades para realizar una inspección en los manglares de Roatán, ante sugerencias de lugareños, puesto que fue la zona donde no hubo patrullajes los días anteriores. El siguiente día se activaron cuatro embarcaciones privadas para desplazarse hacia los manglares en busca de pistas del paradero de Angie Peña.