El centro de formación integral Acción Humana de la Luz Eterna, Ahle, alberga 59 menores en riesgo social y a otros cuyos padres no pueden mantener por extrema pobreza.
Este centro, que se ubica en la comunidad Brisas del Campo, en San Francisco de Yojoa, se diferencia con otros hogares de integración social, porque alberga no sólo a niños huérfanos.
Aída Cerrato, directora del centro, contó que algunos de los menores que viven dentro de este hogar son remitidos por instituciones como el Inhfa, los juzgados y de otros albergues donde no pueden ser atendidos. Según la funcionaria, allí se educan menores de 6 a 18 años. Todos asisten a escuelas y colegios fuera del albergue, como en una casa normal.
Laboratorios y talleres
Para realizar sus tareas cuentan con diferentes salas de estudios, donde los tutores les ayudan. Además, el estar dentro de esta casa no los limita en cuanto tecnología pues cuentan con un sofisticado laboratorio de computación con acceso a Internet. “En el Ahle sólo habitan varones porque no contamos con condiciones para atender niñas”, señaló la directora.
Actualmente en el centro se están equipando los talleres, uno de soldadura y otro de mecánica automotriz, cuyo proyecto servirá tanto para los jóvenes del hogar, como para los que residen en las comunidades vecinas.
Otra diferencia de este albergue es que es un lugar abierto, los niños no están protegidos por rejas ni permanecen en estricta vigilancia. “Se sienten tan bien que hay niños que no quieren ir a su casa pues en el año hay tres permisos: en Semana Santa, en Navidad y durante la semana del Estudiante. Eso lo hacemos para que no pierdan el vínculo familiar”, contó. Agregó que los únicos que no salen durante esas fechas son los que no tienen donde ir o los que sus padres no los pueden recibir por pobreza. La misión de esta institución es formar a estos adolescentes y reintegrarlos a la sociedad como gente de bien, aún después de que cumplen los 18 años.
“Algunos jóvenes que han salido de aquí trabajan en San Pedro Sula, pero los fines de semana están aquí”, concluyó. Ahle fue fundado en 2003 por dos alemanes y un norteamericano, quienes tienen experiencia en el manejo de centros integrales. “Ellos son los que velan para que la institución funcione. Se encargan del pago de los estudios de los muchachos, de su vestuario, de su alimentación y de su formación, también del pago del personal que los atiende”, destacó.
El complejo cuenta con piscina, karaoke, canchas y bosque.