Ramírez del Cid culpó directamente a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas por este crimen, en especial señaló como principal sospechoso a Juan Carlos Bonilla, actual director de la Policía Nacional.
También denunció que era objeto de seguimiento por un oficial de la Policía, el cual tenía órdenes de Juan Carlos Bonilla.
Ramírez del Cid llegó el viernes pasado a la Fiscalía de Derechos Humanos a pedir protección para él y su familia.
Por dos horas se entrevistó con German Enamorado, fiscal especial de Derechos Humanos; luego, dialogó una hora más con Danelia Ferrera,
directora de Fiscalías.
Confirman exilio
Un amigo cercano a Ramírez del Cid confirmó a LA PRENSA que los preparativos para el exilio se llevan a cabo desde hace unos días y que el oficial estará viajando con su esposa Telma Umaña y sus tres hijos. El destino aún no se conoce.
LA PRENSA intentó en reiteradas ocasiones localizar al exdirector; sin embargo, no fue posible.
El amigo cercano a Ramírez del Cid confesó que este ha tenido que desconectar sus teléfonos, ya que teme que sus llamadas estén siendo interceptadas.
Días después del asesinato de su hijo, Ramírez del Cid denunció públicamente que temía por su vida y la de su familia, por lo que abandonaría el país junto con su familia.
El presidente Porfirio Lobo le ofreció apoyo y le recomendó que tomara sus propias medidas de seguridad.
El asesinato
El pasado domingo 17 de febrero, el hijo de Ramírez del Cid llegó al restaurante “Típicos de la Costa” en la colonia Lomas de Toncontín, alrededor de las nueve de la noche. De inmediato se produjo una balacera en la que murió Óscar Ramírez, sus dos guardaespaldas Carlos Humberto Lira y Abraham Gúnera.
Testigos revelaron a la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) que a las 8:55 pm varias personas se encontraban en el negocio y de repente se estacionó un carro de donde se bajaron unos 10 hombres (supuestos miembros de la mara 18), los que comenzaron a disparar. Uno de ellos quedó herido y ya fue dado de alta del Hospital Escuela; se desconoce el lugar adonde está resguardado por policías; no obstante, Ramírez del Cid afirmó que el joven es testigo clave para dar con los autores intelectuales del crimen de su hijo.
Ramírez ha pedido en reiteradas ocasiones la renuncia de Juan Carlos Bonilla y de Pompeyo Bonilla, ministro de Seguridad. También denunció que semanas antes de que le asesinaran a su hijo, desde la Secretaría de Seguridad trataron de quitarle la seguridad personal que se le había asignado a él y su familia. Ramírez del Cid fue destituido de la Policía el 20 de mayo de 2012, días después del asesinato del periodista Alfredo Villatoro, caso que aún sigue en la impunidad.
La semana pasada, las autoridades del Ministerio Público
instruyeron decretar secretividad del expediente del hijo de Ramírez del Cid, por contaminación en la investigación.
Juan Carlos Bonilla rechazó la semana pasada de manera rotunda los señalamientos de Ricardo Ramírez del Cid al vincularlo como el principal sospechoso de la muerte de su hijo
Óscar Roberto Ramírez Umaña.
“Toda la vida he sido un hombre respetuoso de las personas, de la sociedad, y solamente le pido al Divino Creador del universo de que le dé a él (Ramírez del Cid) sabiduría para que deje que sea la Dirección Nacional de Investigación Criminal con la Fiscalía del Ministerio Público, que tienen un equipo integrado, para demostrar la verdad o poner en orden a los verdaderos responsables de ese hecho y otros más que también han sido conflictivos en este país”, dijo Bonilla.
Los exiliados en el gobierno de
Porfirio Lobo
Muchas familias han tenido que salir de Honduras producto de las amenazas de muerte que les ha tocado vivir tras el asesinato de sus parientes.
LA PRENSA conoció que tras el asesinato de Alfredo Landaverde, exasesor en varios Gobiernos en seguridad, su hija Hilda Landaverde tuvo que salir exiliada del país.
El Gobierno colocó a la hija de Landaverde en la embajada de Honduras en Venezuela. En mayo de 2012, el asesinato del periodista Alfredo Villatoro, coordinador de noticias de HRN, produjo que su esposa Karla Fonseca e hijos menores de edad salieran exiliados del país, hacia Texas, Estados Unidos.
También el Gobierno dio un empleo a la viuda de Villatoro para que afronte el exilio.
Años atrás -en 2009-, la comunicadora social Karol Cabrera sufrió un atentado criminal en el que resultó muerto su amigo Joseph Ochoa.
Semanas después su hija de tan solo 16 años fue asesinada en estado de gestación. En junio de 2010, Cabrera salió desterrada junto a su pareja e hijos para Canadá. Tras concluir el gobierno de Ricardo Maduro, Óscar Álvarez, exministro de Seguridad, salió exiliado para Estados Unidos, adonde fue empleado en el consulado hondureño en Houston.
