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Esculpen estatua del beato Juan Pablo II

  • 10 octubre 2011 /

En las manos del escultor hondureño Jesús Zelaya, el monumento con el que el pueblo capitalino honrará la memoria del Mensajero de la Paz está avanzado.

El rostro del papa Juan Pablo II está impreso en arcilla en la capital.

Desde hace tres meses, Zelaya trabaja en la primera fase de esta obra, que es una maqueta elaborada en arcilla.


Las gráficas muestran lo que será esta escultura del Papa Amigo en su tamaño real.


Arcilla


En la imagen se apreciará al beato, tal como lo recuerdan los hondureños en su primera y única visita al país, el 8 de marzo de 1983, como el mensajero del amor y misionero de la paz.


“Hemos elaborado un 25% de esta obra, que es el primer paso en el proceso de arcilla. Esta es la maqueta original y así quedará en su totalidad una vez que se funda en bronce”, informó Zelaya.


Esta maqueta también permitirá jugar con varios elementos, entre estos el parecido, los rasgos, gestos del sumo pontífice, al igual que hacerle las correcciones antes de llegar a la fase final.


“Aquí es donde se puede arreglar y modificar, ya que después será difícil hacer rectificaciones”, sugirió el escultor. Luego de este proceso, lo que sigue es la elaboración de los moldes, que se estima serán 35, cada uno de 120 a 125 libras de bronce.


Zelaya hace el llamado a la feligresía a que se sume a este proyecto, con el que se busca darle tributo a quien fuera un ciudadano universal.


Para este monumento, que será colocado en un lugar visible de la plaza frente al santuario de Suyapa, sitio desde donde Juan Pablo II dio su bendición al pueblo hondureño, se requieren 3,500 libras de bronce.


Artista pide ayuda


El escultor pidió a las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados, Sanaa, que le donen materiales de bronce que se puedan fundir, entre estos grifos en mal estado.


También se requiere de yeso, ladrillos y querosene, una vez que se comience la fundición.


Según el escultor, la obra, que medirá tres metros, tiene detalles impresionantes, como la vestimenta que lucirá el beato, donde se puede apreciar la imagen de la patrona de Honduras y varias palomas en la parte superior.

Contó además que la estatua recibió la aprobación del obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, monseñor Juan José Pineda, quien llegó a ver los avances del proyecto.


“Esta será una obra maravillosa, yo quise iniciarla para que una vez que los devotos, feligreses y el pueblo la aprecien, se decidan a apoyarnos y coloquemos al beato Juan Pablo II en el sitial que debe ocupar entre los hondureños”, puntualizó el escultor.