En este municipio nada ha vuelto a ser lo mismo desde el 10 de abril, día en que un sismo de 5.5 grados en la escala de Richter estremeció la tierra y les robó la paz a los pobladores.
Nadie estaba preparado para las siguientes 10 réplicas y pocos saben qué hacer si un nuevo movimiento se llegara a producir.
Ante la realidad que enfrenta la zona no queda más que prepararse, y eso comenzaron a hacer en las escuelas y jardines infantiles para que los niños lleven el mensaje a sus casas.
“Se están sintiendo movimientos sísmicos muy seguido y por ello hemos tomado las medidas de precaución con los niños, informándoles qué hacer al momento cuando vuelva a temblar”, dijo Marlene Valeriano, directora de la escuela Ramón Rosa de esta localidad.
Daños en comunidades
José Manuel Vindel, coordinador del comité de emergencia municipal, explicó que en las comunidades de El Zapote y Los Laureles -que se encuentran en el sector montaña- son los sitios adonde se han estado sintiendo más fuertes las réplicas.
“Allí hay escuelas con fisuras y también viviendas, adonde noa vamos a trasladar para ver cuál es la situación real en este sector de la montaña”, informó Vindel.
Los vecinos temen que de continuar estos movimientos sus casas puedan ser derribadas debido a que no saben en qué condiciones se encuentran después de los temblores que han estado sintiendo.
Este municipio frágil ante las inundaciones, ahora ha sido sorprendido por estos fenómenos telúricos.
Entre los pobladores sigue latente el miedo de que ocurra otro sismo. En Esparta y Arizona también hay alarma.
