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En zozobra tres mil familias en El Calán y El Marañón

  • Actualizado: 24 mayo 2013 /

A la fecha han ultimado a 51 personas y la policía carece de logística para dar seguridad.

El domingo 5 de mayo dos jóvenes fueronBajo el yugo de las maras

Desde que el vehículo toma el desvío hacia El Calán, jurisdicción de Villanueva, se percibe en el ambiente la tensión en la que viven unas tres mil familias. Los conductores deben bajar los vidrios si estos son oscuros. Es la recomendación de los vecinos que están en zozobra por la delincuencia.

Las maras han tomado posesión de estos sectores. Por la pelea de territorio han convertido la zona en la más conflictiva de la ciudad.

Los pobladores dicen conocer los nombres de los cabecillas de las pandillas, pero por temor a represalias prefieren callar. Temen ser un número más en las estadísticas de los homicidios.

En 2012 se reportaron 172 homicidios en Villanueva, en lo que va de 2013, la Policía registra más de 50 muertes violentas.

“Aquí todos nos conocemos, pero han llegado familias de otras partes de Honduras que con el pasar del tiempo han aumentado la violencia”, expresó uno de los vecinos.

Sin logística

Las autoridades policiales tienen conocimiento, pero aducen no tener el personal, ni la logística necesaria para combatir la delincuencia.

“Hasta los policías tienen miedo, porque saben que los delincuentes están más equipados que ellos, las patrullas apenas se movilizan porque la mayor parte del tiempo pasan en talleres”, agregó el poblador.

Los familiares de las hermanas ultimadas dicen que el asesinato se derivó por un problema de pandillas y temen hablar. A la fecha no hay capturas.

En la aldea El Marañón hay una posta policial, pero tiene más de tres años de estar cerrada por falta de policías. La del Aguacate cerró en 2009. “Llamar la policía es en vano, cuando toman la denuncia tardan hasta dos horas en llegar al lugar”, lamentó una de las vecinas.

En la aldea Santa Eduviges más de 40 familias han abandonado sus hogares. Otra parte de la población se queda en el lugar porque no tiene opción.

“Tengo hijos pequeños y no duermo solo de pensar en el ambiente de violencia en que se están criando”, lamentó la pobladora.

Las escuelas se quedan cada vez sin alumnos. Los maestros están alarmados porque en algunas secciones ya no dan clases debido a que los padres no mandan a sus hijos.
En el día una patrulla recorre el lugar, pero solo es para tratar de calmar a la población porque en lo interno de las aldeas controla la delincuencia.

Por la noche la inseguridad aumenta. La falta de iluminación es una herramienta más para los delincuentes quienes piden impuesto de guerra a la mayoría de transportistas.
Prevención

En la colonia Los Castaños de ese sector, inició esta semana la construcción de un campo de fútbol para alejar a los jóvenes de la violencia e involucrarlos en actividades positivas.

Las familias de El Marañón piden al Gobierno que ejecute un proyecto de emergencia en el sector, para recobrar la tranquilidad de los pobladores y evitar que la delincuencia siga gobernando en el lugar.

Aún no reciben fondos de tasa de seguridad

Las autoridades y empresarios de Villanueva están cumpliendo con los requisitos solicitados por el Gobierno para obtener fondos de la tasa de seguridad.

El alcalde Walter Perdomo dijo que han hecho acciones para poder acceder a los fondos de la tasa de seguridad. Agregó que el Gobierno les adeuda del año pasado alrededor de cinco millones de lempiras, presupuesto que al recibirse será utilizado en programas preventivos y apoyo en logística e infraestructura a las entidades de seguridad. “El proyecto de cámaras de vigilancia y centro de monitoreo es una de nuestras mayores prioridades que darán grandes resultados para mejorar la seguridad en Villanueva”, agregó.

La tasa de homicidios de 2011 fue de 105.2 por cada 100 mil habitantes y el año pasado esas cifras incrementaron a 115.7 homicidios.

Los sectores de Dos Caminos, Gracias a Dios, Siboney, El Calán, El Marañón, y El Milagro son consideradas las zonas de mayor riesgo delictivo y carecen de suficientes policías con la logística necesaria para resguardar a la población del municipio.