Tegucigalpa, Honduras
De tres fideicomisos que decidió crear la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) para el rescate financiero de la entidad, posiblemente solo dos terminen operando. Estos iban orientados en la iluminación, transmisión y distribución.
Leonardo Deras, subgerente técnico de la Enee, explicó que ahora el fideicomiso de transmisión depende de los resultados que deje el de distribución; en cambio, el de iluminación ya fue cancelado.
“Mientras el fideicomiso de distribución no arranque y comencemos a tener excedentes estará en stand by la búsqueda de un operador inversionista en el tema de transmisión”, detalló.
Este componente de transmisión en un principio tenía tres finalidades: la primera fue el adelanto de 100 millones de dólares por parte de Banco Atlántida a finales de 2013 para salir de una deuda con los generadores térmicos.
Este préstamo se está pagando a una tasa preferencial.
El segundo objetivo era realizar un paquete de proyectos con carácter de emergencia que tiene la Enee; sin embargo, la Secretaría de Finanzas no podía sobrepasar la cuota del endeudamiento por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Otro punto que atrasa este fideicomiso es que la Secretaría detectó que las inversiones que tiene que realizar el operador privado no se pueden recuperar por un tema de peaje, manifestó el funcionario.
“Por lo tanto tiene que ser subsidiado por la Enee y en todo caso de donde podría subsidiarse es de los fondos que van a quedar libres cuando entre en funcionamiento el fideicomiso de distribución”, reiteró.
Adjudicación. Recientemente el comité técnico, a través de la Comisión para la Promoción de Alianzas Público Privadas (Coalianza), adjudicó el componente de distribución al consorcio colombiano Energía de Honduras.
Según Deras, el próximo año estarán formalizadas las actividades para que entre en operaciones e inicien los siete años de concesión, con esto se espera reducir las pérdidas en 17%. Lo que ahora continúa es la negociación contractual y la firma del contrato, y posteriormente ser enviado al Congreso Nacional para que sea publicado en el diario oficial La Gaceta.
“Una vez que salga publicado como decreto, entonces comenzará a operar el inversionista privado. La esperanza es que en el primer trimestre se haga todo este proceso, estamos trabajando para eso, pero es un tema delicado”, apuntó.
Recordó que en junio de este año se canceló el componente de iluminación; la razón fue que la Secretaría de Finanzas no logró un esquema de remuneración atractivo para los inversionistas.
Compromiso
Por su parte Miguel Aguilar, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Enee (Stenee), mostró su apoyo al nuevo esquema de los fideicomisos.
“Reafirmamos nuestro compromiso como sindicato bajo este modelo y esquema; en donde el talento humano demostrará su mejor esfuerzo”, expresó el sindicalista.
Agregó que lo anterior se hará con la finalidad de cumplir con las metas establecidas en bien de la empresa estatal y por ende el de Honduras.
A finales de diciembre de 2016 esperan tener saneadas las finanzas de la Enee
Leonardo Deras, subgerente técnico de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee), vaticinó que a finales de 2016 las finanzas de la estatal eléctrica estarán en números negros.
“Tenemos metas de reducir el déficit lo más pronto posible. Con la reducción de las pérdidas veremos si al final del próximo año podemos salir con números negros”, exteriorizó.
No obstante, este año esperan cerrar con un déficit por debajo de 2,000 millones de lempiras, cantidad menor a la que se registró en 2014, que fue de más de 7,500 millones de lempiras.
Este año favorecieron varios aspectos; uno de ellos fue la reducción del precio internacional del búnker, que permitió pagar facturas más bajas porque la compra de energía a los generadores privados fueron más baratas.
Otro aspecto, fue el recorte del recurso humano que dejó un ahorro para la institución de al menos mil millones de lempiras.
En ese sentido, autoridades de la Enee comenzaron el recorte de personal que alcanzaba los 4,756 empleados y se redujo a 2,500 trabajadores; esto inició con la finalidad de sacar el personal supernumerario.