07/05/2024
12:37 AM

Emigrantes de América Latina trazan en SPS ruta final hacia EUA

Todos los días, centenares de emigrantes de Asia y América Latina hacen una escala en esta ciudad para decidir si viajarán por el norte o por el sur de Guatemala.

San Pedro Sula, Honduras.

Para miles de emigrantes que viajan desde Asia y América del Sur arribar a San Pedro Sula “es como tener un pie dentro de Estados Unidos” y, al mismo tiempo, piensan que es el principio de una travesía que bien puede llevarlos a cumplir el sueño americano o simplemente a la muerte.

Los sudamericanos que viajan sin coyote, es decir, sin el apoyo de un traficante de personas, definen en San Pedro Sula la ruta que tomarán para ingresar a Guatemala y continuar por México: por el sur, a través de Agua Caliente, o por el norte, por medio de Corinto.

Quienes toman la ruta con dirección a Agua Caliente llegan a Tecún Umán, ciudad guatemalteca fronteriza con México, e ingresan a Tapachula, hasta internarse en Tijuana para intentar evadir el muro fronterizo de Estados Unidos.

Los que viajan por el norte de Guatemala, en su mayoría, llegan a los puntos fronterizos de Tenosique y Comitán de México y continúan la ruta hasta cruzar Nuevo Laredo, Reynosa y Ciudad Juárez para sortearse la vida entre el desierto de Sonora o el río Bravo.

Sin embargo, los emigrantes sudamericanos, que normalmente viajan en grupos, tienen decenas de opciones geográficas que entrecruzan en la medida que avanzan por territorio mexicano y dejan al albur, pero “suplicando a Dios” para no enfrentarse “a más sufrimientos”.

“Después de sufrir en todo ese camino que dejamos atrás, estar aquí, en esta ciudad de San Pedro Sula, es como tener un pie en Estados Unidos. Nosotros hemos sufrido. Hemos cruzado la selva y muchos ríos en Colombia y Panamá”, dijo Mariano Rodríguez (de 37 años).

Rodríguez, quien en Ecuador se dedicaba a la albañilería, dijo que abandonó su país “porque no hay oportunidades económicas y el dinero que pagan las empresas como salario no es suficiente para cubrir los gastos”.

27,307

migrantes irregulares entraron a Honduras del 1 de enero al 3 de mayo de 2022, un 36% por encima de los datos reportados durante los 12 meses de 2021.

“Ahora estamos en Honduras. Es un país donde no hemos tenido ningún tipo de problemas. Aquí debemos tomar la decisión para seguir viajando, no sabemos si nos vamos por el norte de Guatemala, que es más montañoso, nos han dicho, o por donde corren más autobuses, que es el sur”, manifestó.

Al ser entrevistado, explicó que él tomó la determinación de viajar solo “con la fe” de unirse a grupos de emigrantes porque no tenía dinero para pagar un traficante de personas que le cobraba $15,000 desde Ecuador.

El mismo día que Rodríguez descansaba en una gasolinera cercana a la Gran Central Metropolitana de San Pedro Sula, Mercimus Josaphat (de 42), padre de dos niñas, discutía con otros compañeros de viaje sobre la posible ruta que emprenderían al día siguiente.

“Yo soy el que ha hecho la ruta más grande. Salí desde Chile hace varios meses. Soy de Haití y viví en ese país 4 años y no logré tener papeles, ahora viajo con mis niñas a Estados Unidos”, dijo. Para estos emigrantes, a diferencia de los centroamericanos, emigrar al margen de la ley resulta, además de un riesgo y sacrificio, un gasto importante para sus familiares.

Gasto

En cada país que ingresan deben pagar una sanción, pero con este gasto obtienen un salvo conducto que les permite continuar libremente la travesía. En Honduras pagan $220 al Instituto Nacional de Migración de Honduras (INM).

17,590

ingresos ilegales a tierras hondureñas registró Migración el año pasado, extranjeros que no cumplían con los requisitos para transitar por el territorio.

“Nosotros viajamos con poco dinero. Lo suficiente para comprar pan, agua y otras cosas. Yo viajo con una tarjeta de banco y retiro dinero en los cajeros donde puedo. Yo soy de Venezuela, pero he vivido en Colombia. Con mi marido y mis hijos viajamos y en todo este viaje hemos gastado más de $1,000 en multas”, dijo María Estela Reyes (de 38).Aunque no todos pueden pagar.

“Nos están cobrando un salvoconducto de 210 dólares y la situación de nosotros es precaria, no tenemos para pagar esa cantidad de dinero”, aseguró el venezolano Corneysei Carreiro en Trojes, El Paraíso.