Para algunos pobladores de las zonas ratificadas en la frontera de Honduras con El Salvador, la actitud y posición del Gobierno sobre las pretensiones limítrofes marítimas de este país hermano, han sido tibias y lentas.
Edwin Sandoval, presidente de la Asociación de Ganaderos de Alianza, Valle, es uno de los compatriotas que ve con recelo el supuesto error que el gobierno salvadoreño cometió al incluir a isla Conejo en el Libro Blanco de Defensa Nacional.
“Eso no es un error, es una estrategia bien planteada que puede servir para negociar algo a su favor. Es inconcebible que el Estado no pida una explicación al respecto. Se habla que hay un diálogo, pero éste debe incluir algo de dureza y firme posición”, critica el ciudadano.
Territorio
El gobierno salvadoreño sigue insistiendo en manejar isla Conejo.
El embajador de ese país, en Honduras, Sigifredo Ochoa, también se manifestó en ese mismo sentido.
En el Libro Blanco se define la frontera marítima de El Salvador al este, en el golfo de Fonseca, con Nicaragua, lo que le niega la salida al océano Pacífico a Honduras.
La postura de Sandoval tiene sentido, sobre todo cuando se leen declaraciones pasadas de autoridades salvadoreñas en las que se hace referencia a dos posibles formas de sacar a los hondureños de isla Conejo.
“Hay dos formas: una es por medio de un juicio y otra es a punta de plomo. Naturalmente, nosotros no lo vamos a hacer por medio de las balas. Somos respetuosos del derecho internacional”, aseveró Mauricio Gutiérrez, comisionado presidencial para estos asuntos.
Estas declaraciones las dio para www.elsalvador.com, un medio electrónico de ese país.
Más versiones
Analistas consideran que si la isla Conejo no fue incluida en el juicio de La Haya, entonces hay mayor razón por definir esa situación de una vez por todas.
Los salvadoreños cifraron esperanzas de ser propietarios de isla Conejo cuando presentaron la petición de revisión del fallo de la Corte Internacional de Justicia de 1992, respecto al ex bolsón de Goascorán.
Un reportaje publicado por La Prensa Gráfica en 2003 evidencia que el ganador de Goascorán poseería a Conejo. El reporte dice así: “Si el equipo nacional logra recobrar los 76.2 kilómetros que representa el Goascorán, entonces El Salvador tendrá para sí todo el espacio de la bahía de La Unión. No habrá dudas sobre a quién pertenece isla Conejo, pues quedará frente a costas salvadoreñas. Ésta es una de las 29 islas sobre las cuales La Haya no se pronunció en 1992. La Haya sólo falló sobre Meanguera y Meanguerita, para El Salvador, y El Tigre, para Honduras”.
Claves
Hondureños
Los expertos dicen que la Corte no se pronunció sobre la isla porque no había duda de su posesión.
Diplomacia
Honduras apuesta por el diálogo y espera que El Salvador rectifique los supuestos errores.
