El Progreso, Honduras.
“Estamos preocupados, el último informe del Instituto de Conservación Forestal revela que un 65% de la montaña ha sido destruida por la tala y quemas, eso es alarmante”, dijo Fredy Aguilar, jefe del Departamento Municipal Ambiental.
Esa fue la gota que rebalsó el vaso y llevó a esas autoridades a presionar en la Fiscalía del Ambiente de San Pedro Sula y Fuerza Nacional de Seguridad Interinstitucional (Fusina) para que les apoyaran con operativos para frenar el daño que cada día se agranda más.
Las acciones que comenzaron hace unos días están dando los primeros resultados, varias personas han sido requeridas y sus herramientas decomisadas. Estos fueron puestos a la orden de los tribunales de justicia, pero Aguilar informó que quedaron en libertad, “lamentamos que las leyes ambientales de nuestro país sean tan blandas, hasta el momento no hay nadie que esté en la cárcel por ese tipo de delitos, considero que en el Congreso Nacional se debería legislar para detener ese tipo de daños en el territorio nacional”.
Mico Quemado comprende 28,500 hectáreas; allí nacen 54 fuentes de agua, la mitad de estas ya se secaron, agudizando la escasez de ese recurso en miles de hogares de los tres municipios que abarca la zona.
Donaldo Bueso, habitante de Guaymitas, manifestó que si las autoridades no paran la destrucción, dentro de poco tiempo no tendrán agua ni para tomar. “Pedimos a las autoridades que se amarren los pantalones y apliquen la ley contra los que hacen ese daño ambiental”. Gustavo Lincold Pacheco, jefe de la Unidad Metropolitana de la Policía Nacional, dijo que seguido desarrollan operativos para proteger no solo a Mico Quemado sino a todas las montañas de Yoro.
“Estamos preocupados, el último informe del Instituto de Conservación Forestal revela que un 65% de la montaña ha sido destruida por la tala y quemas, eso es alarmante”, dijo Fredy Aguilar, jefe del Departamento Municipal Ambiental.
Esa fue la gota que rebalsó el vaso y llevó a esas autoridades a presionar en la Fiscalía del Ambiente de San Pedro Sula y Fuerza Nacional de Seguridad Interinstitucional (Fusina) para que les apoyaran con operativos para frenar el daño que cada día se agranda más.
 Las quebradas que nacen en Mico Quemado se están secando por la aguda deforestación.
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Mico Quemado comprende 28,500 hectáreas; allí nacen 54 fuentes de agua, la mitad de estas ya se secaron, agudizando la escasez de ese recurso en miles de hogares de los tres municipios que abarca la zona.
Donaldo Bueso, habitante de Guaymitas, manifestó que si las autoridades no paran la destrucción, dentro de poco tiempo no tendrán agua ni para tomar. “Pedimos a las autoridades que se amarren los pantalones y apliquen la ley contra los que hacen ese daño ambiental”. Gustavo Lincold Pacheco, jefe de la Unidad Metropolitana de la Policía Nacional, dijo que seguido desarrollan operativos para proteger no solo a Mico Quemado sino a todas las montañas de Yoro.
