La lucha por la vida del senador demócrata Edward Kennedy, diagnosticado con un tumor maligno en el cerebro, despertó nuevamente la pasión de los norteamericanos por este clan cuyos dramas han marcado la historia de Estados Unidos.
El reconocido patriarca demócrata de 76 años, último hermano con vida del asesinado presidente John F. Kennedy y figura en el Congreso por casi medio siglo, fue internado el sábado de la semana pasada luego de sufrir un ataque, y el miércoles abandonó el hospital saludando a seguidores con sus pulgares en alto.
El referente de la izquierda estadounidense 'regresará a su residencia en Cape Cod mientras esperamos resultados de exámenes adicionales y determinamos el tratamiento. Él se siente bien y quiere comenzar cuanto antes el tratamiento', indicó el Massachusetts General Hospital de Boston en un comunicado.
Ted, como es conocido este senador por Massachusetts desde 1963, 'se recuperó extraordinariamente rápido de su intervención del lunes y pudo ser dado de alta del hospital antes de lo previsto', indicó el centro médico.
Menor de cuatro hermanos, Edward se convirtió en el patriarca del clan luego de los asesinatos de John F. Kennedy, primer presidente católico de Estados Unidos, en noviembre de 1963 en Dallas y, cinco años más tarde de Robert Kennedy, candidato presidencial.
Padre sustituto
El nuevo drama de Ted se produce cuando Estados Unidos recuerda los cuarenta años de la muerte de Robert Kennedy, asesinado en junio de 1968.
Muchos libros se han publicado o están en imprenta en ocasión de este aniversario, mientras que el rostro de Robert ilustra el número de junio de la revista Vanity Fair. Según la historiadora Doris Kearns Goodwin, a la muerte de sus dos hermanos, Edward Kennedy no solamente recibió la posta política, sino que se convirtió en una suerte de padre sustituto de numerosos sobrinos y sobrinas.
Algunos los consideran una especie de familia real, pero toda la fama y el glamour han ido acompañados también de una dosis tremenda de tragedia.
El catálogo de muertes violentas entre los Kennedy se extiende durante más de cinco décadas, que han dejado en la opinión pública una mezcla de fascinación y horror por los avatares de esta familia 'irlandesa' de Nueva Inglaterra. El mayor de los hermanos, Joseph Kennedy Jr, murió en 1944 durante la Segunda Guerra Mundial, durante una peligrosa misión aérea a la que se había ofrecido como voluntario.
En 1941, la hija mayor del clan, Rosemary Kennedy, fue internada en un sanatorio mental.

John F. Kennedy y sus hermanos Robert y Edward posan en esta foto en 1963.
Fue en 1969 cuando quizá se quebró la carrera ascendente de Edward, al morir una de sus asistentes en un recordado accidente automovilístico del que el senador fue hechor responsable.
Pero la fatalidad siguió presente en la familia. En 1973, Joseph Patrick Kennedy II, hijo de Robert Kennedy, estuvo implicado en un accidente de avión que dejó a su pasajera paralítica. El mismo año, a Edward Kennedy Jr., hijo de Ted, se le amputó una pierna por un cáncer cuando tenía doce años.
David Kennedy, hijo de Robert, murió de sobredosis en 1984. Siete años más tarde, un sobrino de Edward, William Kennedy Smith, fue juzgado y absuelto por intento de violación.
Jacqueline Kennedy, viuda del presidente asesinado, murió de cáncer en 1994. Michael, hijo de Robert, falleció en un accidente cuando esquiaba en 1998 y al año siguiente, John Kennedy jr, hijo de John y Jacqueline, murió con su esposa en un accidente de avión.
Según Thomas Whalen, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Boston, estos dramas impulsaron al senador Edward Kennedy a comprometerse aún más con la defensa del bien público.
La llamada 'maldición' afectó también a integrantes más jóvenes del clan. Un sobrino de Ted fue acusado de violación, aunque luego su caso resultó sobreseído.
Otros Kennedy tuvieron problemas con las drogas o debieron luchar contra el cáncer. Pese a todo ello, el clan mantiene una estatura mítica en la sociedad estadounidense y en buena parte del mundo.
Algo que, muchos apuntan, no ha podido alcanzar la familia del actual presidente George W. Bush, aunque su padre fue también jefe de Estado, su abuelo senador y su hermano Jeb es gobernador de Florida.
¿Ted Kennedy lejos del senado?
El diagnóstico dejó al Congreso sin su mejor negociador y uno de sus más osados liberales, Edward Kennedy, un político conocido por sus inquebrantables posturas de izquierda, como por su disposición para trabajar con los representantes de derecha para la aprobación de leyes.
El Senado comenzó el debate sobre el presupuesto para un año más de guerra en Irak sin el rugido de indignación del demócrata por Massachusetts. Su ausencia fue clara cuando el presidente Bush firmó una ley que Kennedy elaboró junto con republicanos para evitar que las personas perdieran sus empleos o seguros de salud debido a su susceptibilidad genética a posibles enfermedades.
Dondequiera que había algún trato por realizarse o una parte importante en la legislación, él se encontraba cerca. Gracias a esa voluntad para ir en contra de su propio partido y cerrar negociaciones, Kennedy dejó su huella en un conjunto de asuntos de salud, derechos civiles, bienestar, vivienda, educación.
A su lado, en muchos de sus logros legislativos, se encuentra generalmente un republicano, con el que Kennedy trabajó para obtener resultados.