Redacción, Honduras.
Se viste formal y conduce un auto de lujo, lo que le da la “presencia” necesaria para dirigir su negocio debido a los clientes con los que trata. Usa dos celulares que suenan constantemente, uno personal y otro para su “trabajo”.
Se viste formal y conduce un auto de lujo, lo que le da la “presencia” necesaria para dirigir su negocio debido a los clientes con los que trata. Usa dos celulares que suenan constantemente, uno personal y otro para su “trabajo”.
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Es un hombre muy ocupado. Se codea con personas de la alta sociedad, políticos y empresarios extranjeros.
¿Su profesión? proxeneta, y su producto: mujeres prepagos.
Así se describe a sí mismo un comerciante sexual que brindó una entrevista a Diario LA PRENSA en la cual revela todo lo que rodea este lucrativo negocio del placer.
“Nuestro catálogo incluye mujeres VIP, Platinum y Golden. Las más caras son las Golden, por estar con una de ellas hay que pagar al menos 500 dólares (L10,000). Ellas ya están en otro nivel, por lo bellas que son y su categoría”, dijo el proxeneta.
El contacto
Buscamos durante dos días a alguien dedicado a administrar chicas prepagos y además dispuesto a contar las interioridades de este mercado de placer.
Tras una serie de llamadas, en las que hablamos con varios desconocidos, finalmente pudimos pedirle la entrevista a un proxeneta, pero mediante un intermediario anónimo con teléfono desechable, que le daba nuestros mensajes.
El mediador dijo que le diéramos tiempo al “administrador” para comprar también un teléfono desechable y atendernos para saber qué queríamos exactamente.
Una hora después el intermediario clandestino nos hizo llegar un número de celular al cual llamar a “Nathan”, nombre obviamente falso.
Tras explicarle lo que haríamos, él accedió a la entrevista, pero vía celular.
Desde su primera respuesta dejó claro que gran parte de su éxito radica en trabajar un circulo cerrado de clientes de alto nivel económico.
“Para hacer el negocio más seguro manejamos solo una línea de conocidos, tanto de las chicas como míos. Evaluamos a nuestros clientes antes de aceptar uno nuevo, pues preferimos evitar a gente problemática o sin capacidad de pagar el servicio”, declaró.
Dividendos
“Nathan” dio a conocer cómo se dividen las ganancias en este negocio.
“Gano el 50%, la chica prepago el 40%, que es un porcentaje bastante alto, en comparación con lo que reciben mujeres que trabajan de otras formas que no sea prepagos. Buscamos que ellas ganen bien”, afirmó.
Explicó que el otro 10% es para gastos como transporte, salón de belleza, o para dárselos a una tercera persona, en casos en los que interviene otro mediador en la transacción con el cliente.
