Casi 90,000estudiantes van a repetir el año escolar porque no pasaron el único examen de recuperación que aplicó la Secretaría de Educación a finales del año recién pasado.
El nivel de reprobación subió alrededor del 2% respecto al 2023. Un total de 86,878 estudiantes de básica y media que no lograron obtener el puntaje requerido en la recuperación.
Al final del año escolar, se registraron 1,817 aplazados más que en 2023, cuando hubo alrededor de 85,061. Sin embargo, estos datos son preliminares, ya que aún faltan por ingresar las calificaciones de más de 69,000 alumnos al Sistema de Administración de Centros Educativos (Sace).
En el departamento de Gracias a Dios, se registró el mayor número de alumnos reprobados, con un 12% de estudiantes que no lograron aprobar. En Francisco Morazán, de una matrícula de 316,635 alumnos, el 6.5% reprobó. En Cortés, el 4.89% de los estudiantes no avanzó al siguiente grado este año.
En Yoro, el 6.23% de los alumnos no aprobó el año. En Lempira, Comayagua e Islas de la Bahía, cerca del 5% de los estudiantes tampoco logró aprobar.
Los departamentos de la zona sur presentaron los menores porcentajes de reprobación en 2024. En Valle, solo el 1.29% de los 38,006 alumnos no aprobó, mientras que en Choluteca, cerca del 97% de los estudiantes logró aprobar.
A nivel nacional, el 4.86% de los 1,786,088 alumnos no lograron alcanzar los puntajes y aprendizajes requeridos. Del total de reprobados, el 80% son de educación básica (de primero a noveno grado) y solo el 9% pertenecen al sistema educativo privado.
“El sistema educativo necesita realmente entrar en un proceso de replanteamiento de un nuevo modelo educativo; necesitamos crear nuestro propio modelo educativo”, dijo el docente y dirigente Joel Navarrete.
Los factores que inciden en la reprobación incluyen la pobreza, la inseguridad y la migración. Además, se mencionan factores pedagógicos como la falta de estrategias para garantizar el aprendizaje y fortalecer las capacidades de los profesores.
Navarrete destacó la necesidad de mejorar la formación inicial y continua de los docentes y priorizar los contenidos para mejorar la calidad de la educación en Honduras.
Deserción
Los factores sociales están llevando a que los menores abandonen el sistema escolar. En 2024, 45,493 alumnos dejaron las aulas y 1,424 cancelaron su matrícula antes de finalizar el año. Esto representa una reducción del 14% en comparación con 2023, cuando 54,585 alumnos abandonaron las clases.
Alexis Ordóñez, secretario del Consejo Nacional de Educación (Coned), indicó que la mejora se debe a factores asociados como la entrega de la merienda escolar, la matrícula gratis y entrega de becas a los alumnos.
Del total de alumnos que no culminaron el año escolar, el 80% están en los grados de primero a noveno. Los departamentos con mayor deserción escolar son Cortés, Francisco Morazán, Yoro, Comayagua y Olancho.
El funcionario consideró que el sistema educativo hondureño que fue fuertemente golpeado por la pandemia desde 2020 ha tenido una leve mejora. “La mejora no es tan rápida como quisiéramos, pero en términos cualitativos, de innovación pedagógica y en términos de ingreso, sí creo que hay mejoras en el sistema”, afirmó.
Desafíos
Los entrevistados coinciden en que uno de los principales desafíos para las autoridades educativas este año es incrementar la matrícula escolar, que al inicio de 2024 era de 1,833,005 alumnos, pero bajó a 1,786,088 debido a la deserción.
El sistema debe garantizar la educación pública gratuita y crear estrategias para aumentar la matrícula, incluyendo a aquellos que no han podido ingresar al sistema escolar en años anteriores.
Además, se debe reducir la unidocencia y bidocencia, garantizar la permanencia de los estudiantes en el aula y mejorar la infraestructura escolar.