El municipio de Dulce Nombre, un tesoro que por décadas permaneció escondido, se perfila como la nueva opción para hacer turismo rural en el occidente del país.
En el colorido municipio, un turista puede disfrutar del arte, naturaleza, gastronomía, tradiciones y costumbres, todas características únicas en el departamento.
Dulce Nombre se caracteriza por sus coloridas paredes que relatan la historia, tradición y costumbres.
Más de 100 obras de arte están plasmadas en las antiguas casas edificadas en la zona urbana del municipio, las cuales se lograron en el marco de un festival de muralismo que fue el desencadenante para que el turismo crezca.
Digna Amaya, quien es una reconocida artesana de Dulce Nombre, relató que en los últimos meses el municipio “ha crecido en turismo. Los fines de semana llegan muchas personas de visita que vienen a disfrutar de lo que ofrecemos”.
En Dulce Nombre han aumentado sus servicios restaurantes y hoteles, que permiten a los visitantes una estancia cómoda.
Mariela Rivera, quien junto a su esposo crearon las bebidas conocidas como “Chichotes”, contaron que la mezcla hecha a base de maracuyá y chiles, con un ligero toque de ron, se han convertido en una de las más buscadas, lo cual les ha permitido crecer como emprendedores y se disponen a ampliar su local.
El municipio oferta servicios que permiten el deleite de café cultivado en sus fincas, encurtidos, artesanías y la realización de actividades como la herrería, tabacaleras, elaboración artesanal de puros, entre otros.