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Dividida la gente por crisis de Iglesia en occidente

  • Actualizado: 28 mayo 2013 /

El conflicto que se genera en las parroquias donde los sacerdotes se niegan a trasladarse, genera preocupación en la feligresía que pide obediencia a sus pastores.

Luego del anuncio que hiciera en enero monseñor Darwin Andino respecto al traslado de cinco párrocos de las iglesias en La Entrada y Copán Ruinas en Copán; Lepaera y La Campa, en Lempira; y la parroquia de Intibucá, las protestas no han cesado por considerar la medida arbitraria.

Los cambios no generaron solo la rebeldía de los sacerdotes, sino también la división dentro de la feligresía y se formaron dos bandos: los que apoyaban la medida porque afirman se requieren cambios, y los que se oponen, porque aseguran que los sacerdotes han realizado un
buen trabajo pastoral.

A cinco meses del anuncio de los cambios, solo dos sacerdotes depusieron sus acciones y en el caso del párroco Daniel Corea de Copán Ruinas, aceptó el cambio y se trasladó a la parroquia en Zacapa, Santa Bárbara. En tanto el padre Bonifacio Cedillo, se rehusó a estar bajo el mando del nuevo obispo y se fue a la casa de sus padres, informaron autoridades eclesiales.

Tres sacerdotes se niegan al traslado: Esteban Guzmán, párroco de Lepaera y Cándido Pineda, de La Campa, en Lempira; y Lucio Amaya de La Entrada, Copán, quienes consideran arbitrario el cambio que Andino ordenó y se mantienen en las iglesias, negándose a acatar la orden del obispo de la diócesis.

Divididos

LA PRENSA visitó La Entrada, Copán, donde la feligresía reaccionó ante el anuncio del cambio del párroco de este lugar, quien tiene ocho años de pastorear a varias comunidades del sector norte de Copán.

“Lo que ha molestado al sacerdote es la manera como se les comunicó el traslado de parroquia. Nosotros como feligreses no hemos visto con agrado el cambio, porque el padre visita todas las comunidades y ha hecho un buen trabajo”, dijo Rubén Portillo, coordinador de las Comunidades Eclesiales de Base. Otros, en cambio opinan que las rotaciones son necesarias y que los sacerdotes deben obedecer la disposición del jerarca de la diócesis.

“Los sacerdotes hacen el voto de obediencia. Nosotros no somos seguidores de hombres, sino de la Iglesia”, expresó Alfonso Chinchilla.

Las opiniones son encontradas en los feligreses que ven con preocupación el conflicto que se ha generado desde que se anunciaron los cambios dentro de la Iglesia.

La mayoría de los católicos pide a los sacerdotes conciliar para que devuelvan la paz y armonía a las comunidades que por ahora están divididas.