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Diputado Mauricio Rivera, por primera vez frente a un juez tras zafarrancho en Ciudad Mujer

  • 25 julio 2022 /

Es acusado, entre otros delitos, por tráfico de influencias al pelear por plazas laborales.

Tegucigalpa, Honduras.

Después de 83 días de haber protagonizado un violento zafarrancho frente a las instalaciones de Ciudad Mujer, en la colonia Alameda de la capital, por fin el diputado Mauricio Orlando Rivera López estará frente a un juez para responder por los cargos que se le imputan.

El magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que fungirá como juez natural -debido a la investidura de Mauricio Rivera- programó la audiencia de declaración de imputado para mañana martes 26 de julio.

Esa es la primera cita judicial del parlamentario, momento procesal oportuno para que el jurista ponga en conocimiento al imputado sobre los delitos que a este se le imputan.

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Antecedentes

El incidente se suscitó el 4 de mayo pasado cuando el congresista, acompañado de sus simpatizantes y a la vez miembros del partido Libertad y Refundación (Libre), apedrearon el edificio de Ciudad Mujer, quemaron llantas y profirió insultos contra las autoridades de la entidad en un reclamo violento por una plaza laboral.

El funcionario del Legislativo es acusado de tráfico de influencias, usurpación, tratos crueles y degradantes contra funcionarios públicos y daños y perjuicios a un bien inmueble estatal.

El Código Penal vigente señala una pena de entre uno y cuatro años de prisión más una multa por el delito de violencia contra la mujer.

Por el delito de tráfico de influencias impone un castigo de dos a cinco años y prohibición de residencia por el doble del tiempo de la condena.

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Además, por el delito de coacciones establece una pena de prisión uno a tres años o prestación de servicios de utilidad pública o a las víctimas de 180 a 360 días.

Esta normativa castiga a quien destruye, deteriora, inutiliza o causa daños a cosa ajena, debe ser castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de 180 a 720 días si la cuantía del daño excede de cinco mi lempiras.