Tegucigalpa, Honduras.
El panorama es desolador. Durante 27 horas, el fuego consumió 400 hectáreas de bosque de pino acabando con flora y fauna en El Hatillo, El Picacho y La Tigra.
Fue titánica la labor para apagar las llamas que amenazaron la reserva forestal. Más de 200 personas participaron para extinguir el fuego. La logística y el personal que acudió a atender el fuego forman parte del Comité Nacional de Protección Forestal (Conaprofor).
Las instituciones que trabajaron en el lugar fueron el Cuerpo de Bomberos, Amitigra, Fuerzas Armadas y Fundación Parques Nacionales.
Además de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Comité de Emergencia Municipal (Codem) y vecinos.
Los trabajos comenzaron en la mañana del miércoles, unos 100 metros adelante del puente de la colonia El Sitio en un terreno que sirve de pista de motocross.
Un equipo de bomberos estuvo toda la noche tratando de apagar el fuego que el miércoles por la noche amenazó varias viviendas en El Hatillo.
El panorama es desolador. Durante 27 horas, el fuego consumió 400 hectáreas de bosque de pino acabando con flora y fauna en El Hatillo, El Picacho y La Tigra.
Fue titánica la labor para apagar las llamas que amenazaron la reserva forestal. Más de 200 personas participaron para extinguir el fuego. La logística y el personal que acudió a atender el fuego forman parte del Comité Nacional de Protección Forestal (Conaprofor).
Las instituciones que trabajaron en el lugar fueron el Cuerpo de Bomberos, Amitigra, Fuerzas Armadas y Fundación Parques Nacionales.
| Cuatro helicóperos, 2 de las FF AA y 2 de la Fuerza Tarea Bravo, recogieron agua de las represas para apagar el incendio que amenazó viviendas en El Hatillo.
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Los trabajos comenzaron en la mañana del miércoles, unos 100 metros adelante del puente de la colonia El Sitio en un terreno que sirve de pista de motocross.
Un equipo de bomberos estuvo toda la noche tratando de apagar el fuego que el miércoles por la noche amenazó varias viviendas en El Hatillo.
Gran parte de la zona dañada había sido reforestada el año pasado tras ser afectada por el gorgojo descortezador.
Los pobladores de la aldea El Hatillo dijeron que desde hacía 30 años no se veía algo tan devastador en los bosques de pino.
