Tegucigalpa. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) no halla qué hacer para pagar 120 millones que aún les adeuda a las empresas proveedoras de servicios de comunicación, tecnología e impresión.
Los funcionarios electorales, cada vez que les cobran, piden paciencia a los proveedores, informaron ayer.
Solo a la empresa internacional Saytel, que autorizó las licencias para la transmisión de resultados, el TSE le debe 30 millones de lempiras y 30 millones a la hondureña Mapa Soluciones, que administró el sistema tecnológico mediante la ejecución de programas de transmisión. También están pendientes de pago 25 millones a la firma Popa, que vendió el equipo instalado en los hoteles, en las bodegas del Infop y la bodega tecnológica.
El ente colegiado les debe también unos 10 millones a las imprentas y 13 a los transportistas.