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¿Cuál justicia? era la pregunta que titulaba la foto principal de la portada de LA PRENSA el miércoles 4 de julio. En ella aparecía desconsolada Maritza Rodas, hija de Rosa Aguilar, a quien pandilleros le arrebataron la vida en Potrerillos.
La muerte de la anciana a manos de mareros a quienes denunció por haberse metidos a robar a su casa y a los cuales liberaron sin razón, ha estremecido a la sociedad y ha hecho florecer un miedo oculto, producto de la ola delictiva que azota con fuerza la zona más productiva del país.
El miedo es generalizado y quienes se atreven a hablar sobre esta situación temen revelar sus identidades. Para escuchar el clamor del pueblo, nos acercamos a un grupo de pobladores de Potrerillos que recién había leído esa impactante noticia y su reacción fue la esperada.
'El problema aquí es serio. Los pandilleros dominan el municipio y ahora uno no puede ni decirlo porque son capaces de matar a sangre fría. Ven una patrulla parada frente a la casa de uno y ellos creen que se les está denunciando. Luego vienen las represalias', decía un ciudadano. Mientras más preguntábamos, el temor era más palpable.
'Aquí uno se esmera por trabajar. Yo me dedico a mi oficio, pero hablar de la delincuencia es exponer la vida. Tengo cinco hijos que mantener. Lo mejor es trabajar y encerrarse temprano para evitar ser la siguiente víctima', decía otro residente de Potrerillos que lamentó el crimen cometido contra su paisana.
La crisis de seguridad en el Valle de Sula es enorme. Los alcaldes de la mancomunidad han manifestado el temor de sus pobladores debido a los embates de la delincuencia común, el crimen organizado y el dominio que aún ejercen las pandillas.
Aunque algunos municipios aún gozan de aparente paz, otros más cercanos a la gran urbe sampedrana conviven con los terribles actos delictivos que ocurren cada vez con mayor frecuencia.
El más violento
Municipios como San Francisco de Yojoa o San Manuel todavía disfrutan de una relativa tranquilidad. En esas localidades la delincuencia parece buscar otros sitios donde hay más circulante de dinero; sin embargo, sus calles más solitarias son utilizadas por quienes matan por encargo, sin piedad, en la oscuridad de la noche.
Choloma es catalogado como el municipio más violento de la región metropolitana del Valle de Sula. 'Tenemos 80 homicidios por cada 100 mil habitantes. Esto indica que estamos arriba de la media nacional y mucho más arriba de la media del continente americano. Tenemos un gran problema', reconoce el alcalde Leopoldo Crivelli.
El edil dice que han sumado esfuerzos con los empresarios del sector y con las autoridades. Las alianzas van encaminadas a organizar las mesas ciudadanas y policiales, con las cuales esperan controlar ese flagelo social.
Aunque hay esfuerzos conjuntos, la delincuencia dispone de más recursos para actuar con mayor prontitud. En Choloma, el sector privado, con el respaldo de la comunidad, hace lo que debería hacer el Estado.
La criminalidad ha disminuido en la populosa López Arellano, pero Choloma sigue violento.
Nadie se salva
Los tentáculos de la criminalidad no tienen límites ni fronteras. El municipio de Pimienta es uno de los menos habitados de la región, aunque tampoco escapa a la delincuencia. Los esfuerzos de la comunidad por mejorar la seguridad existen, pero la participación de la Policía brilla por su ausencia. El regidor municipal Reinaldo Ponce explica que para controlar los hechos delictivos reportados en la comunidad de Santiago, la más grande del municipio, construyeron una posta policial, pero como nunca asignaron policías ahora se ocupa para otros fines.
'Desde hace unos meses los delitos han disminuido, debido al trabajo de concienciación dirigido a los jóvenes del sector, porque no creo que la Policía haga un trabajo eficiente', dice Ponce.
'La Policía sigue durmiendo el sueño en sus laureles. El ciudadano tiene temor de darle informes a la Policía. Debemos recordar que no sólo los pandilleros tatuados son peligrosos; algunos criminales conviven con la gente honesta y son mucho más amenazantes'.
Pimienta tiene sólo seis policías, pero siempre que la ciudadanía los ocupa dicen que no está el jefe, que no hay personal ni combustible o que está malo el carro, se queja el funcionario.
Esfuerzos
El Valle de Sula es el único en todo el país que tiene un proyecto para combatir la inseguridad. Pero sus resultados se verán a mediano y largo plazo, dice Allan Ramos, alcalde de Puerto Cortés y vicepresidente de Zona Metropolitana del Valle de Sula al referirse a Paz y Convivencia. El edil manifestó que los alcaldes de la mancomunidad han abordado el tema y existe preocupación.
Para paliar la crisis han optado por recurrir a la tasa de seguridad, pero en realidad ¿a quién le compete tomar ese tipo de acciones?
Municipios con más delincuencia
1. Choloma
La delincuencia abate con fuerza a este municipio maquilero. Unido a su acelerado crecimiento poblacional, se ha disparado la ola de delitos.
2. El Progreso
Los asesinatos, asaltos a mano armada y desmantelamiento de carros robados hacen que en esta ciudad ribereña repunte la violencia.
3. La Lima
Los homicidios premeditados, los altos índices de violencia doméstica y asaltos ponen a este municipio en la lista de los más conflictivos.
4. Villanueva
En esta pujante ciudad el problema se debe a los frecuentes ajusticiamientos por encargo, asaltos a los obreros e inseguridad a toda hora.
5. Potrerillos
Las pandillas dominan este municipio, sembrando el temor entre los pobladores. Se disparó la estela de muertes y asaltos.
6. Santa Cruz
Ha sido escenario de varios casos de secuestro y asesinatos por encargo. Los pobladores también sufren por el repunte en los asaltos.
En Villanueva las trancas ya están de moda. La seguridad privada también es popula
20 municipios
Integran la mancomunidad del Valle de Sula. Los benjamines de la región son Las Vegas y Tela.
1.8 millones de habitantes
Se estima que radican en la zona metropolitana del valle. Es uno de los sitios mejor organizados del país.
320 policías
Dan vigilancia a 11 municipios de Cortés. Sólo en San Pedro Sula casi se triplica ese número.
Glosario
Mesas de seguridad ciudadana
Es un programa donde los pobladores y la Policía mantienen comunicación fluida. La misión de los residentes en determinado barrio o colonia es transmitir información oportuna a la Policía para que ésta repela hechos delictivos con más eficiencia.
Tasa de seguridad municipal
Es un aporte mensual de los ciudadanos y del sector privado a fin de contribuir con la Policía. El dinero destinado a la compra de equipo y logística es recaudado mes a mes a través de las facturas de cobros por servicios públicos en cada municipio.
Proyecto Paz y Convivencia
Tiene como objetivo mejorar los niveles de paz, convivencia y seguridad ciudadana en los 20 municipios de la región del Valle de Sula, apoyando la reducción de los índices de inseguridad y violencia de los jóvenes de 12 a 25 años.
Así opinan
Aunque hay infraestructura para poner en su sitio a los delincuentes, la posta no es usada.
Existió un comité de seguridad, pero ya que hay más delincuencia se sintieron amenazados. Se perdió la colaboración'.
Alfonso Villalobos
Poblador de San Manuel
Las mejoras en la reducción de inseguridad se logran por el apoyo de la gente, porque la Policía no hace gran cosa'.
Reinaldo Ponce
Regidor de Pimienta
Existe temor porque aunque las personas no se metan con nadie siempre hay inconformes que buscan hacer daño'.
Manuel Mayorga
Poblador de Potrerillos
Urge que pongan a funcionar la posta. Las personas decentes vivimos con miedo pues los delincuentes andan sueltos'.
Feliciano Martínez
Aldeano de Santiago, Pimienta
El aporte de la ciudadanía en la tasa de seguridad es clave para la Policía. No todo lo puede dar el Estado'.
Leopoldo Crivelli
Alcalde de Choloma
Nuestro municipio ha sido lugar de influencia de los delincuentes por la ubicación geográfica, siempre nos ha afectado'.
Gumercindo Rodas
Alcalde de Morazán
En nuestro municipio hay casos esporádicos de delincuencia, pero no hay que confiarse; por eso estamos organizados'.
Gaspar Pineda
Alcalde de San Fco. de Yojoa
Sin el pago de la tasa de seguridad, en muchos lugares la Policía no podría ser operativa, depende de ese aporte'.
Allan Ramos
Alcalde de Puerto Cortés
