El carisma que proyectó durante su vida el diputado nacionalista por Copán Gustavo Adolfo Alvarado, 37, queda grabado en la memoria de todos los que lo conocieron.
Un infarto acabó con el futuro prometedor del político a quien la muerte sorprendió la mañana de este viernes cuando se encontraba en su comunidad natal Los Arroyos en La Unión, Copán.
Sus familiares hicieron esfuerzos por salvarle la vida, pero falleció cuando era atendido en una clínica privada de Santa Rosa de Copán.
Su don de servicio, su entrega y liderazgo lo llevaron a ser una de las figuras más populares que ha incursionado en política en este departamento.
El diputado formaba parte de la Comisión de Minería del Congreso Nacional, su sueño era contribuir para que en la nueva ley de minería se establecieran medidas que protegieran a las poblaciones y se pagaran impuestos justos acordes con la explotación de los recursos del país.
Al parlamentario le sobreviven su esposa Rosmery y sus hijos Gustavo y Juan José, quienes hoy lamentan su partida.
Su cuerpo fue trasladado a medicina forense en San Pedro Sula para practicarle la autopsia respectiva y será velado en la casa de sus padres en la comunidad de Los Arroyos.
