26/05/2024
06:16 PM

Darío Casado combina los micrófonos con la fabricación de zapatos

Planea dejar su empleo en la radio para dedicarse a la zapatería y en un futuro a la televisión.

San Pedro Sula, Honduras.

Como alguien humilde, jovial y sobre todo orgulloso de ser quien es, así se describe el locutor Darío Casado. Con sus célebres frases y su peculiar sentido del humor pone alegría y ritmo cada noche a los hogares sampedranos con su programa radial en la emisora Radio El Mundo, en la 90.5 FM.

Durante el día, el extrovertido locutor de 58 años deja a un lado los micrófonos y la música para dedicarse a la zapatería y elaboración de productos de cuero, oficio con el que, asegura, le va muy bien.

Desde muy temprano se levanta y llega a la zapatería ubicada en la Plaza Lempira, adonde al día fabrica unos tres pares de zapatos.

“Yo trabajo por encargo y hago citas a las personas que quieran que les confeccione un par”, contó con orgullo.

Trabajar en la televisión es uno de los planes para el futuro. El “showman” manifestó que ya tuvo ofertas de medios televisivos, pero aún no ha concretizado nada.
Con más de 25 años de carrera en la radio y con 28 en la zapatería, Darío dijo a LA PRENSA que espera pronto culminar su etapa como locutor. Sus inicios los hizo en la Power FM. “Hay cosas y personas con las que no estoy de acuerdo; además, soy mal vendedor de publicidad”, indicó con una sonrisa. Darío ha puesto la renuncia tres veces en la radio, pero los dueños del medio no se la han aceptado.

Persona. Un hombre trabajador que comenzó con el oficio desde los ocho años y no se avergüenza de sí mismo.

El locutor imagina sus últimos días trabajando en su taller de zapatería.

“Vivo mi presente; cuando ya no pueda trabajar me muero. Trabajaré hasta el último día de mi vida”. Darío Casado es padre de ocho hijos, a los que considera su bendición. Recordó que por su faceta de locutor fue asediado por las mujeres, pero dijo que muchas lo seguían por su “billetera”. Cuenta que quienes llegan al taller y lo oyen hablar no se imaginan que es quien alegra todas las noches a los sampedranos.

Darío Casado pretende concentrarse en su tienda de zapatos.