Al menos cuatro mil empleados en exceso están contratados en las seis empresas estatales y son parte del desequilibrio fiscal de ocho mil millones de lempiras y que por ende mantienen sin aprobación el Presupuesto General de Ingresos y Egresos para 2013.
Según los diputados de la Comisión de Presupuesto del Congreso Nacional, el plan de recuperación de las empresas estatales debe estar listo a más tardar el 15 de este enero, y no solo depende de las opciones económicas, sino además por volverlas sostenibles dejando el personal técnico necesario, pero despidiendo a unos cuatro mil empleados.
En ese sentido, al menos cuatro mil, que no son considerados paracaidistas, porque sí tienen oficina adonde trabajar aunque prácticamente tienen funciones duplicadas, son los que deben aparecer como bajas en el plan de desarrollo que presenten ante el Congreso para aprobarles el Presupuesto.
Solo Hondutel tiene unos 4,500 empleados y puede funcionar con la mitad. Su planilla mensual es de 80 millones de lempiras, y su patrimonio ha disminuido en cinco años unos 80 millones de lempiras, bajando su patrimonio de 5,200 millones a 4,500 millones de lempiras. Esta empresa cerró 2012 con un déficit de 700 millones de lempiras, contrario a los tiempos en que transfería hasta tres mil millones de lempiras al Estado.
Esta empresa, a partir de las proyecciones de Coalianza (Comisión para la Promoción de la Inversión Público-Privadas), para mejorar las condiciones de esta empresa es necesario implementar la red móvil y un plan de modernización sobre activos productivos y servicios de telefonía celular e Internet, con un monto estimado de 400 millones de dólares.
En el caso de la Enee, su presupuesto es el más alto de todo el Gobierno, 27 mil millones pide para 2013; sin embargo, arrastra un déficit de cuatro mil millones de lempiras, esto por comprar energía cara y venderla más barata, aparte de las pérdidas de energía que andan en un 30%.
El plan de la Eneee, que cuenta con más de dos mil empleados, depende también de separar parte de su personal, y buscar socio estratégico que le permita invertir para reducir las pérdidas de energía, y luego vender a precios que compra.
La ENP (Empresa Nacional Portuaria) de ser la primera en Centroamérica, ha sido desplazada a un cuarto lugar, y pese a que fue intervenida luego de presuntos actos de corrupción denunciados por el TSC (Tribunal Superior de Cuentas) cambió de administración y se le aprobaron más de cuatro mil millones de lempiras para equiparla.
En esta empresa se resalta también la politización, que es el común denominador, en todas.
Precisamente, la despolitización fue una de las propuestas de los sectores vinculados a la Portuaria; el mismo presidente de la República lo admite.