20/12/2025
11:05 PM

Cruz y palma, fe y devoción

Hoy comienza la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos.

Hoy comienza la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos. Cientos de feligreses católicos cargarán este día en sus manos las palmas y cruces que con devoción habitantes de la aldea Peña Blanca en las faldas de El Merendón han elaborado. Doña Reyna Erazo es una de ellas que acompañada de sus nietos ha emprendido esta jornada desde el viernes anterior.

La anciana de 68 años cuenta que su interés no es obtener dinero con las ventas de los ramitos de palma sino contribuir para que las tradiciones de la Semana Santa en San Pedro Sula no desaparezcan.

Con fe y empeño
El consagrado símbolo del Domingo de Ramos es elaborado con palmeras de corozo o coyol.

“Es bastante lo que hay que caminar cuesta arriba a la montaña, más de cuatro kilómetros, mis seis hijos han estado conmigo todos los años haciendo ramos y cruces, pero este año son mis nietos los que estarán ayudándome hasta irnos a la catedral”, comentó la sexagenaria.

Los nietos de esta humilde y devota mujer suben a las alturas de la cordillera hasta encontrar frondosos senderos con palmeras silvestres.

Los pequeños cortan con sumo cuidado cada ramillete de hoja para asegurar que éste no se marchite con facilidad.

El ajetreo de los niños no termina aquí. Al lado de su abuela empiezan cortando las hojas para elaborar las palmas y cruces, haciendo los dobles según la altura que se quiere del símbolo. Para amarrar su producto utilizan un cintillo de las mismas plantas o de izote.

Cada doblez que doña Reyna realiza en las hojas, expresa, lo hace con fe. Para ella los ramilletes pueden ser grandes o pequeños, decorados o no decorados con flores. Lo más importante, confiesa es que la feligresía conozca y sienta el significado de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo en la Semana Santa.

Su jornada de trabajo terminó ayer en la noche y desde la madrugada de hoy, doña Reyna y su familia están apostados en las afueras de la catedral y en la iglesia María Auxiliadora, templo donde serán bendecidas las palmas y cruces.

La labor de doña Reyna también es realizada por varios de sus vecinos.

En las afueras de la catedral también permanecen habitantes de varias aldeas de los municipios del Valle de Sula.

La liturgia de este Domingo de Ramos recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén montado en un burrito, en medio de una multitud que lo aclamaba como el Hijo de Dios.

Los ramos son el signo de la participación gozosa en el rito procesional, expresión de la fe de la Iglesia en Cristo, Mesías y Señor, que va hacia la muerte para la salvación de todos los hombres. Por eso, este domingo tiene un doble carácter, de gloria y de sufrimiento, que es lo propio del Misterio Pascual.

Bendición
Esta mañana cientos de ramas y cruces que serán bendecidas en la iglesia María Auxiliadora también serán llevadas a la misa solemne que hoy presidirá el obispo Ángel Garachana.

Varios de los fieles deciden dejar de llevar el ramillete bendecido a sus hogares y prefieren dejarlo en la catedral. Diáconos de la Catedral explican que las palmas y cruces dejadas por la feligresía son recogidas para ponerlas a secar.

Después de unos días las palmas secas son quemadas para obtener la ceniza que utilizarán el próximo año en el Miércoles de Ceniza.

Hace varios días los preparativos en la catedral y en otras iglesias comenzó con la elaboración y decoración de los mensajes bíblicos que serán puestos al lado del altar, hasta retocar con pintura los candelabros que iluminarán los altares. La limpieza de santos o imágenes religiosas es otra de las labores que ya se emprendió.

Los sacerdotes esperan que las familias hondureñas acudan a las misas, recorridos o procesiones y permanezcan la Semana Mayor en regocijo con el Divino Creador del Universo.