Los caficultores aglutinados en la Asociación de Productores Agrícolas Orgánicas de La Trinidad Santa Bárbara (Paolt) están listos con las medidas de bioseguridad para prevenir la COVID-19 durante el corte del grano que inicia el próximo mes y concluye en marzo aproximadamente.
Jorge Alberto Aguirre, originario de la aldea de Tascalapa, ha trabajado toda la vida en el lavado del café, pero jamás lo ha hecho en una pandemia, por lo que aseguró que en esta ocasión este proceso será diferente y aunque no había utilizado mascarilla, hoy la porta.
“Hasta hoy sé lo que es ponerme esto”, dijo don Jorge Alberto al referirse a la mascarilla que ahora utilizará para protegerse en su trabajo.
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Aseguró que ante la actividad que realizarán y que reúne a cientos de trabajadores, “primeramente pedirle a Dios que nos proteja porque solo él es el que puede, pero también uno debe poner de la voluntad de uno para que no lo vaya a atacar la enfermedad y protegerse”.
El alcalde de Trinidad, Leopoldo Regalado, recordó que “Trinidad es un pueblo netamente caficultor, solamente unidos y mancomunando esfuerzos en esta pandemia podemos salir adelante”.
Sergio Sánchez, quien hizo la presentación del protocolo de bioseguridad para el sector café que han adoptado las 15 instituciones que conforman el comité correspondiente, indicó que “los 15 departamentos productores de café han tenido una afectación del 96% de casos de COVID-19'.
La actividad económica derivada del café está lista para trabajar en medio de la crisis sanitaria.
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Además, mantener cuadrillas de corteros de siete personas como máximo y evitar la concentración de personas, realizar la desinfección de todos los utensilios utilizados en el corte de café del día, toma de temperatura rutinaria de los corteros de café y mantener distanciamiento de personas durante el traslado del café.
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Sánchez dijo que la guía práctica incluye garantizar las medidas de protección para la mitigación del virus a los trabajadores de las fincas, torrefactores, cooperativas y empresas de comercialización de cortadores de café en Honduras.
Además, se establecen restricciones de circulación durante el período de corte de café: “Nadie sale, nadie entra” a las fincas y se garantiza la movilización de los corteros entre regiones y países vecinos para asegurar la mano de obra.
El uso de mascarilla es obligatorio, el distanciamiento entre corteros será de un surco de por medio y ese distanciamiento también lo deben mantener al momento de ingerir los alimentos.
El documento establece que es necesario el fortalecimiento de centros de salud e instalación de triajes en las zonas caficultoras por cualquier eventualidad” y que la circulación de los trabajadores y productores del rubro del café no se debe limitar a un dígito.
Producto estratégico
El presidente hondureño Juan Orlando Hernández, después de escuchar las exposiciones de los productores de café, les dijo: “Quiero felicitarlos por el trabajo que se ha venido haciendo”.“El precio del café malo afecta la economía nacional”, dijo el mandatario, y “tenemos que hacerle ver al resto de hondureños lo importante que es para la economía el café, y en términos de empleos se maneja al menos un millón”.
El presidente Hernández dijo que “en esta pandemia tenemos que ser responsables todos con las medidas de bioseguridad”. Hernández señaló que “debe haber una campaña comunicacional muy grande y focalizarnos en las zonas cafetaleras, ya que en el campo mucha gente aún no cree en el virus”.
Importancia económica
Hernández avizoró que como producto de la cosecha de café, “vamos a andar este año entre 24,000 y 28,000 millones de lempiras, que buena falta nos hacen en este momento de tragedia económica”.El sector café representa mucho en materia económica, pues “aquí hablamos del 5% de la economía del país desde octubre hasta marzo”, sostuvo Hernández.