Con la sorpresiva invocación a Alá y la lectura del Corán, el presidente Porfirio Lobo comenzó ayer la sesión de Consejo de Ministros.
El mandatario recibió en el salón de sesiones de Casa Presidencial a mujeres miembros de la comunidad islámica.
Durante su intervención, las damas rogaron por el futuro de Honduras, el Gobierno y sus funcionarios, incluido el presidente Lobo.
Cada martes, el Gobierno ha venido acostumbrando a empezar las reuniones de Consejo de Ministros con oraciones a Dios mediante la invitación de líderes religiosos representantes de las diferentes denominaciones.
“Hasta ahora la invocación a Dios ha sido alternada con representantes de las Iglesias Católica y Evangélica, aunque también se ha invitado a los adventistas”, comentó una fuente.
En la ceremonia inicial, Lobo recibió además una carta, al parecer con algunas peticiones, que le entregaron las dos mujeres de la comunidad islámica, cuyo contenido no se dio a conocer.
Unidad de Seguimiento
El Gobierno aprobó ayer la creación de la Unidad de Seguimiento de las Recomendaciones de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, CVR, que funcionará bajo la coordinación de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos.
El organismo se encargará de velar por el cumplimiento de las 88 recomendaciones establecidas en el informe final de la CVR que relata los sucesos registrados antes, durante y después del 28 de junio de 2009.
La Unidad estará a cargo del analista Rolando Sierra, quien deberá trabajar en aspectos como la reconstrucción democrática, institucionalidad, constitucionalidad y fortalecimiento de la unidad y reconciliación nacional.
Para su funcionamiento, la Unidad contará con el apoyo de un comité internacional.
Suspenden compra de cemento
Por otra parte, en la sesión de Consejo de Ministros, el presidente Porfirio Lobo suspendió la discusión del decreto mediante el cual se busca autorizar una compra de cemento, hasta por 500 millones de lempiras.
Para el mandatario, este decreto no puede monopolizar la utilización de ese insumo al proyecto “Cemento para las Municipalidades”, puesto que se debe aprovechar el crédito de ambas empresas productoras para los diversos programas sociales, incluso para la prevención de violencia.
“Si un día no podemos darle a una municipalidad el desembolso de cien mil lempiras, pero sí podemos otorgarle esa cantidad en cemento, con la ventaja que nos lo están financiando más barato, estamos avanzando, o imagínense que
apoyemos con cemento el plan preventivo de la Operación Relámpago”, dijo.
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