El Parlamento de Honduras, compuesto por 128 diputados, normalizó este martes sus sesiones ordinarias luego de superar el lunes una crisis derivada de tener dos juntas directivas, por una polémica surgida entre diputados del gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda).
A la sesión asistieron los diputados de los seis partidos que integran el legislativo, incluidos los 44 del saliente y conservador Partido Nacional, que fueron parte de la crisis debido a que al elegir a la junta directiva provisional del Parlamento, el 21 de enero, lo hicieron contra Luis Redondo, a quien apoya la nueva presidenta hondureña, Xiomara Castro.
Los diputados del Partido Nacional apoyaron a una veintena de los 50 que obtuvo Libre en las elecciones generales del 28 de noviembre pasado, para que el presidente del Parlamento fuera Jorge Cálix, lo que desembocó en una nueva crisis política en Honduras.
Luego de un acuerdo con el coordinador general de Libre, el expresidente hondureño y esposo de Xiomara Castro, Manuel Zelaya, la veintena de diputados disidentes que habían surgido en el partido de Gobierno decidió no continuar con la junta directiva que encabezaba Jorge Cálix y hoy se incorporaron a la sesión, como oficialistas.
Las discrepancias en Libre obedecieron a que una veintena se opuso en principio a Luis Redondo, del Partido Salvador de Honduras (PSH), que solo obtuvo 10 asientos en las pasadas elecciones.
Redondo fue avalado por la presidenta Castro, en cumplimiento a una alianza de hecho que ella y Libre suscribieron con el presidente del PSH, Salvador Nasralla, para las elecciones de noviembre orientadas a sacar del poder al Partido Nacional, que ejerció el poder desde 2010.La sesión de hoy fue marcada por ofensas entre diputados de Libre, que fueron oposición durante ocho año, y del Partido Nacional, la ponderación de Luis Redondo y el regreso de los 17 diputados disidentes que al final se mantenían en contra del nuevo presidente del Parlamento.
Varios diputados de Libre presentaron iniciativas de ley, muchas de ellas orientadas a derogar artículos de leyes y normas jurídicas que consideran lesivas para los intereses de los hondureños, que fueron aprobadas durante las últimas tres administraciones del Partido Nacional.
Diputados del Partido Nacional llegaron con pancartas con frases como “Ratificar junta directiva” y “Exigimos legalidad”, por considerar que la junta directiva que preside Luis Redondo adolece de vicios de nulidad, lo que también salpicó a la que presidió Jorge Cálix, con los que hoy exigieron legalidad.
La respuesta que tuvieron los diputados del Partido Nacional por parte de los de Libre, fue que, al regresar sus 44 diputados, estaban reconociendo la legitimidad de la junta directiva que preside Luis Redondo.
Desde que el país retornó al orden constitucional, en 1980, después de casi 20 años de regímenes militares, su clase política se ha caracterizado por crear crisis graves como el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 al expresidente Manuel Zelaya, la reelección del expresidente Juan Orlando Hernández en las elecciones de 2017, aún cuando la Constitución no se lo permitía, y una intentona de continuismo en 1985, durante el gobierno de Roberto Suazo Córdova.
Ahora, los diputados de Libre aseguran que las cosas serán diferentes, aunque desde antes de que asumiera el poder la presidenta Xiomara Castro, el 27 de enero pasado, ya le habían creado la primera crisis, que se presume quedó resuelta el lunes y que la normalidad habría llegado al Parlamento a partir de hoy. EFE