Después de experimentar una escalada sin precedentes a causa de la guerra en Ucrania, los precios de los fertilizantes nitrogenados, fosfatados, potásicos y sulfatados comienzan a bajar y dan un respiro a los agricultores hondureños que dependen en un 60% de los químicos importados de Rusia.
El año anterior, durante varios meses, después de que Rusia invadiera Ucrania, los agricultores hondureños pagaron precios exorbitantes por fertilizantes masivamente usados, como la Urea, 12-24-12 y otras fórmulas, debido a una reducción de la oferta de estos químicos en el mercado internacional consecuencia de las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea a Moscú.
Entre esas medidas restrictivas impuestas estaba el bloqueo del sistema Swift (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication, en español Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales) que permite al comercio internacional realizar las transferencias bancarias. Esta exclusión evitó que las empresas importadoras de fertilizantes (entre ellas las de Honduras) le compraran a las compañías rusas.
Honduras sigue dependiendo de fertilizantes de Rusia
La agricultura hondureña sigue dependiendo en un 60% de los fertilizantes hechos en Rusia. En 2023, lo agricultores adquieren en el mercado nacional fertilizantes fabricados por UralChen de Rusia.
A un año de haber detonado el conflicto en Europa del Este, las tiendas de insumos agrícolas de la avenida Lempira de San Pedro Sula continúan vendiendo urea producida por Uralchem, uno de los grandes fabricantes de productos químicos rusos.
Dionisio Romero, vendedor de una de esas tiendas, le dijo a Diario LA PRENSA que “los precios de los fertilizantes han bajado, el saco de 45 kilos de Urea llegó a costar L1,300, ahora cuesta L850”.
“La guerra sigue y los precios seguirán bajando. Cada dos semanas están bajando. Están bajando porque los fletes marítimos ahora cuestan menos”, dijo Romero.
A la reducción de los fletes marítimos, “se suman otras variables, como la liberación de las restricciones impuestas a Rusia lo cual ha permitido que ese país pueda exportar fertilizantes al mercado internacional”, dijo Rodolfo Rubio, gerente regional de desarrollo técnico de Grupo Cadelga, uno de los mayores importadores de fertilizantes.
“Estados Unidos intentó en un principio aplicar un bloqueo radical, pero debido a que estaba generando una inflación mundial y poniendo en precario la alimentación entendieron que no podían aplicar este tipo de sanciones. En los primeros meses nosotros no pudimos comprar, no podíamos pagar a los proveedores rusos porque no había bancos capaces de hacer esas operaciones”, dijo Rubio.
Para asegurar el suministro a los agricultores, los importadores hondureños, como Cadelga, al tener la puerta rusa cerrada, recurrieron a proveedores de otras latitudes, sin embargo, a un precio más alto.
“Los precios han bajando, además, porque la sequía en Brasil y Argentina no permitió que sembraran un 30% del área tradicional. Esto causó un menor uso de fertilizantes, una reducción de la demanda y un excedente en el mercado. También se ralentizó la economía china, el principal comprador de granos de Brasil y Argentina”, explicó Rubio.
“Por las restricciones y por el sabotaje al oleoducto que conecta la parte norte de Alemania, Europa dejó de comprar gas natural a Rusia y presentó un excedente que lo destinó a la industria de los fertilizantes. El nitrógeno se fabrica con gas natural. Esto lo hizo más competitivo y le ha permitido ofertar fertilizantes nitrogenados a precios más bajos”, dijo.
Con los nuevos precios, considera Rubio, los productores observarán una reducción entre el 30% y 40% en los costos de producción que ocasionará un efecto positivo para los consumidores: pagarán menos por los granos básicos en el segundo semestre de 2023.

Agricultores
Angélica Domínguez Melgar, propietaria de una finca de café en San Nicolás, Intibucá, se siente “contenta” porque “está bajando aunque sea un poquito el precio de los fertilizantes”, pero aclara que “los altos precios del año pasado evitaron que muchos productores compraran urea y han visto una menor producción”.
“Nosotros tuvimos que mezclar gallinaza con el fertilizante químico, pero no es lo mismo. Antes, en la finca sacaba unos 30 quintales, en esta cosecha no sé cuánto voy a sacar, será menos porque también me afectó la rolla”, explicó.
La reducción de los precios de los fertilizantes, principalmente la urea que es un nitrogenado, favorece de manera inmediata a una extensa población de agricultores, como los productores de granos básicos y caficultores, no así a quienes se dedican a cultivar hortalizas, que utilizan otros químicos con precios que tienden a la baja, pero en menor porcentaje.
Edna Santos Molina, productora de chile jalapeño en Teupasenti, El Paraíso, asegura que “esta baja de precios no beneficia a todos porque no todos usan el mismo fertilizante”.
“Yo no uso urea para cultivar chile, utilizó fórmulas diferentes, como 13-6-40, 13, nitrato de calcio, sulfato de magnesio. Algunos sacos de 25 kilos de estos fertilizantes antes los compraba a L290, ahora, cuestan L800, otros tienen un precio de L1,400”.