La economía hondureña crecerá en 2021 alrededor de 4.5%, según el Banco Mundial (BM); sin embargo, este porcentaje no podrá revertir el ensanchamiento de la pobreza que en 2020 alcanzó 55.4% a causa de las restricciones impuestas para contener el coronavirus.
En este momento, de los 9,408,215 habitantes que tiene Honduras, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), 5,212,151 viven con menos de $5.5 (L133) al día, mientras que antes de la pandemia, en 2019, eran 4.6 millones (49%) los que se encontraban en esta condición.
En el informe Renewing with Growth (Volver a Crecer), recién publicado, el BM destaca que la economía hondureña se contrajo el año anterior “en un récord de 9% (…) debido al doble impacto de la pandemia covid-19 y los huracanes Eta y Iota. Esto provocó altos niveles de inseguridad alimentaria y un aumento de la pobreza y la desigualdad a medida que los hogares vulnerables perdían ingresos”.
LEA: Empresa española evaluará la calidad del transporte aéreo de Centroamérica
Para 20121, “se espera un repunte (…) respaldado por una política macroeconómica contracíclica y la restauración del comercio y la inversión”; pero advierte que “es posible una recuperación más lenta si la crisis de salud persiste”.
En el informe Volver a crecer, el BM proyecta para Honduras un crecimiento en la economía de 4.5% (2021), 3.9%(2022) y 3.8% (2023), los cuales no serán suficientes para reducir la cantidad de personas en pobreza hasta alcanzar el porcentaje de 49% que tenía el país en 2019.
Con estos crecimientos en el producto interno bruto (PIB), los cuales dependerán de una mayor apertura económica si el Gobierno logra inmunizar a más de 5.5 millones de habitantes, la población que vive con menos de L130 al día descenderá este año a 54.1%, en 2022 a 53.1% y en 2023 a 52.5%.
El año anterior, cuando el país estaba bajo un toque de queda que se tradujo en una parálisis económica, el Gobierno incrementó la deuda pública en más de 10 puntos porcentuales, de 43.1% (2018) la llevó a 53.9% (2020) respecto al producto interno bruto. En toda la región, Honduras no es el único país que el año pasado registró una contracción en la economía y un aumento en la pobreza. Según el BM, “en ausencia de medidas de mitigación, la crisis de covid-19 habría aumentado el número de pobres en América Latina y el Caribe en 28 millones, en relación con 2019”.
$PieFoto
|
Sonia Hernández, quien habita en uno de los bordos de San Pedro Sula, vive en carne propia el recrudecimiento de la pobreza. Ella dice que con el poco dinero que gana vendiendo chips para teléfonos en el centro de la ciudad “es imposible vivir”.
“Yo antes vivía en otro lugar, alquilaba un apartamento y pagaba L4,000 al mes, más luz y agua. Debido a la situación económica nos venimos a vivir a este bordo hace tres años porque aquí no pagamos alquiler, solo un derecho que pagó mi esposo. Él se fue a España y nunca más supimos de él. Yo tengo tres niños y me toca una vida muy difícil”, dijo esta mujer de 34 años que cursó hasta el noveno grado.
Para el BM, el año anterior, las remesas desempeñaron un papel preponderante “para mantener el nivel de vida en Haití, Jamaica, Honduras y El Salvador, donde representan una parte importante del PIB”. Los envíos de los emigrantes, “junto con las transferencias sociales promulgadas por muchos países de la región podrían haber contribuido a amortiguar el impacto de la crisis en la pobreza”.
José H. Rivera, consultor de la Asociación Nacional de Mediana y Pequeña Industria de Honduras (Anmpih), considera que “el crecimiento de la pobreza es una consecuencia lógica de las restricciones que impuso el Gobierno y la poca ayuda económica que le ofreció al sector informal de la economía”.
Rivera, quien ha visto cerrar negocios a cientos de hondureños, no cree que el Gobierno logre un crecimiento de la economía “porque no ha sido capaz de comprar las vacunas para proteger del covid-19 a todos los hondureños y volver a tener una vida productiva” como en 2019.
El BM pronostica un crecimiento importante (arriba del 5%) que sí puede incidir en la reducción de la pobreza, para Guyana (20.9%), Panamá (9.9%), Perú (8.1%), Argentina (6.4%), Dominicana (5.5%), Chile (5.5%) y Colombia (5%); no obstante, hace algunas salvedades dado al escenario de pandemia en el cual se desenvuelven estas economías.
“Pronosticar el crecimiento económico de América Latina y el Caribe en 2021 es un desafío, porque mucho depende de cómo se desarrolle la pandemia en los próximos meses. El desarrollo de vacunas eficaces y seguras en apenas un año desde el primer brote de covid-19 es un logro científico sin precedentes. Pero producir vacunas en la escala necesaria para detener la pandemia es un desafío”, plantea en el informe Volver a crecer.
El BM dice que “con dosis escasas y capacidad limitada, el lanzamiento de la vacuna es lento en la mayor parte de la región, lo que implica que la inmunidad colectiva no se puede lograr antes de que finalice el año calendario como muy pronto. Tampoco está claro qué tan efectivas serán las vacunas contra nuevas variantes del virus”.
En promedio, América Latina y el Caribe crecerán 4.4% este año después de haber experimentado un decremento de -6.7% el año anterior.
Pese a que la gestión del Gobierno contra el covid-19 no ha sido satisfactoria, Honduras tendrá, según el pronóstico del Banco Mundial, un crecimiento superior a El Salvador (4.1%), Guatemala (3.6%), Costa Rica (2.6 %) y Nicaragua (1%).
Rivera espera que “este año no haya más restricciones para que no se generen más cierres de pequeños negocios y aumente el desempleo y la pobreza”.