06/12/2025
04:01 AM

Cinco razones por las que menos hondureños estudian en la universidad

En seis años la educación superior en Honduras ha perdido alrededor de 70,937 estudiantes; es decir, de 2018 a 2023, de acuerdo con datos de la Dirección de Educación Superior y el Banco Central de Honduras

Tegucigalpa, Honduras

En Honduras cada vez son menos los estudiantes que terminan su educación media que buscan estudiar una carrera universitaria. Desde 2020 (pandemia covid-19), la matrícula presenta una caída.

Trabajar en vez de estudiar por las condiciones económicas, emigrar, estudiar en el exterior por la pobre oferta educativa de las universidades, están entre las causas del porqué cada vez menos alumnado en la educación superior.

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En seis años ha perdido aproximadamente 70,937 estudiantes; es decir, de 2018 a 2023, de acuerdo con datos de la Dirección de Educación Superior (DES) y cifras del Banco Central de Honduras (BCH).

Los datos muestran que el número de estudiantes matriculados en el sistema de educación superior, tanto público como privado, se redujo de 266,908 en 2018 a 195,971 en 2023, lo que indica que se han perdido 70,937 matrículas en los últimos seis años.

La educación superior está perdiendo, en promedio, unos 11,822 universitarios por año. En 2018, la matrícula fue de 266,908 estudiantes, pero en 2019 cayó a 264,349.

Antes de la pandemia, la pérdida de alumnado en algunas universidades públicas se debió a las protestas y la falta de clases. Esto llevó a muchos padres a optar por no enviar a sus hijos a estas instituciones. Aquellos que podían, se endeudaron para matricular a sus hijos en universidades privadas, según el experto en educación superior René Noé.

“Lo cierto es que la población también optó por trabajar porque el esfuerzo que hacían no se compensaba con el estudio”, añadió.

Efecto tras la pandemia de covid 19

Entre 2020 y 2022, la matrícula universitaria en el país disminuyó significativamente. En 2020, hubo 242,201 estudiantes matriculados, en 2021 la cifra bajó a 240,204, y en 2022 se registró la matrícula más baja de los últimos cinco años con 237,419 estudiantes.

Esto muestra una caída drástica en la matrícula de educación superior entre 2018 y 2022.

“En Honduras, tras la pandemia, todos los centros educativos, desde el nivel preescolar hasta el superior, sufrieron pérdidas de alumnado”, analizó René Noé.

El también docente de la Universidad Pedagógica explicó que “la universidad es la que más pierde porque algunos estudiantes fallecieron, otros perdieron sus empleos y muchos dejaron de estudiar por falta de recursos económicos”.

El experto añadió la “migración” a la lista de causas que están afectando a la educación superior.

Según las cifras oficiales del Banco Central, “en 2023 la población universitaria era de 195,971 estudiantes, lo que representa una notable disminución en comparación con 2020”, afirmó.

Marlon Escoto, exministro de Educación, lamentó que “al observar los indicadores del país, Honduras se encuentra entre los países con menor cobertura en educación superior en América Latina, con menos del 15% de la población en edad universitaria matriculada”.

Baja oferta académica

El director de Educación de la ASJ sugirió crear nuevas ofertas académicas enfocadas en generar empleo para recuperar a los estudiantes perdidos.

Señaló que en otros países, la educación superior está orientada al trabajo, mientras que en Honduras solo el 15% de la oferta educativa se enfoca en la empleabilidad.

Además, destacó que la cobertura educativa es baja y que solo el 12% de los estudiantes que terminan la secundaria acceden a la educación superior, a pesar de la existencia de 100 centros regionales en el país.

Mientras tanto, tras pasar de 266,908 estudiantes en el sistema de educación superior en 2018 a solo 195,971 en 2023, los expertos esperan que la situación cambie en los próximos años.

Factores de la disminución de la matrícula universitaria

Impacto de la pandemia: La crisis sanitaria de 2020 afectó gravemente la economía y la vida cotidiana, lo que pudo haber llevado a muchos estudiantes a posponer o abandonar sus estudios.

Dificultades económicas: La lucha por la reactivación económica en 2021 y los años siguientes pudo haber hecho que las familias priorizaran otras necesidades sobre la educación superior.

Adaptación a la educación en línea: No todos los estudiantes se adaptaron bien a la modalidad de educación en línea, lo que pudo haber contribuido a la deserción.

Acceso limitado a recursos tecnológicos: La falta de acceso a computadoras e internet de calidad también pudo haber sido un obstáculo significativo para muchos estudiantes.

Cambios en el mercado laboral: Algunos estudiantes pueden haber optado por ingresar directamente al mercado laboral en lugar de continuar con sus estudios universitarios.