Choloma, Cortés
Aferrados sobre el ataúd y con sus ojos llenos de lágrimas, dos de los cinco hijos de Gerardo Enrique Fúnez (35) estaban desconsolados.
La rabia e impotencia se conjugaban ante el asesinato del padre que era el que sostenía a la familia. “Te amamos papito. No merecías que te mataran así. Por qué a la gente buena es la que asesinan. Y ahora qué vamos a hacer sin ti”. Eran las desgarradoras palabras que exclamaban los dos jovencitos frente al ataúd.
A un lado de la pequeña sala donde era velado, la madre del motorista lloraba con su mirada perdida.
La mujer aún no supera la muerte de su primer hijo hace apenas 10 meses, cuando nuevamente vive el dolor por la muerte de otro hijo.
“No entendemos a veces los propósitos de Dios en la vida. Esta es una dura prueba, me quedo sin otro hijo, me deja desamparada. Gerardo era el apoyo de todos en la familia, sus hijos quedan desamparados y su último hijo tiene apenas un mes de nacido”, relató la madre del motorista.
Los vecinos de Fúnez llegaron hasta la vivienda, están consternados e impotentes y su clamor es unánime, que paren la violencia. “No nos explicamos cómo la Policía no actuó para evitar esta tragedia. Ahora los mataron, ya no podemos revivirlos. Ojalá que hagan algo, no se vale que más gente muera y enlute a más familias”, dijo Carolina López.
Ayer en la tarde en los Bajos de Choloma se le dio el último adiós a Gerardo Enrique.
 Gerardo Enrique Fúnez (35) fue asesinado a balazos.
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