Manifestaciones en Cayos Cochinos durante los últimos días han reavivado la preocupación de organizaciones locales y garífunas por el futuro de la tortuga carey, una de las especies más amenazadas de la región.
Las protestan han sido contra la instalación y filmación del reality show español "Supervivientes". Según los manifestantes, la presencia del equipo de grabación, participantes y producción pone en riesgo el ciclo de desove de la tortuga. El desove es el proceso en el que la tortuga suelta sus huevas en una cámara o "nido" de arena en la playa.
"El desove de la tortuga carey no es negociable", advirtió uno de los representantes, quien además anunció que se mantendrán en plantón hasta que las autoridades y la Fundación Cayos Cochinos frenen la producción televisiva. El programa se ha grabado en varias ocasiones en territorio hondureño, idóneo para la temática que busca la producción, entre aventura y retos de supervivencia con recursos escasos en la naturaleza.
Los comunitarios recalcaron que este proceso natural resulta esencial para la preservación de los arrecifes. "Cuando hay presencia humana en la playa, la tortuga no se acerca a desovar, y eso afecta el equilibrio del ecosistema", añadieron durante la protesta.
“Hemos estado pidiendo que emitan un estudio de impacto ambiental que ocasionan los realities. Debería haber un informe del antes y después, de cómo afectan estos programas a la diversidad del ecosistema de los Cayos Cochinos. Venimos con el plan de estar una semana, ahí tomaremos decisiones”, declaró Maribel Robledo, representante de los garífunas en los Cayos Cochinos, a Une TV.
Al lugar se hicieron presentes efectivos de la Policía Nacional y la Fuerza Naval de Honduras para resguardar el orden, mientras observadores de derechos humanos —nacionales e internacionales— supervisaron el desarrollo de la protesta para garantizar el respeto a la integridad de los participantes.
Hasta el cierre de esta nota, el Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF) no se había pronunciado.
Especie única
La tortuga carey (Eretmochelys imbricata) es una especie de tortuga marina de tamaño mediano reconocida por el diseño particular de su caparazón, compuesto por escamas superpuestas que le dan un aspecto aserrado y llamativo.
Su pico alargado y curvado, similar al de un ave rapaz, le permite alimentarse de esponjas marinas, anémonas y pequeños invertebrados. Puede alcanzar entre 60 y 90 centímetros de longitud y pesar hasta 80 kilogramos, siendo un componente clave en los ecosistemas marinos por su papel en el control de poblaciones de esponjas y la salud de los arrecifes coralinos.
En Honduras
Esta especie habita en aguas tropicales y subtropicales de todo el mundo, especialmente en arrecifes coralinos, lagunas costeras y zonas rocosas. En Honduras, la tortuga carey está presente en varias áreas del Caribe, incluyendo Cayos Cochinos, Islas de la Bahía y la Mosquitia. Estos sitios son de gran importancia para la especie, ya que ofrecen las condiciones adecuadas para su alimentación, reproducción y descanso, lo que convierte al país en una zona estratégica para su conservación.
A criterio del biólogo hondureño Fernando Ríos Paz, la tortuga carey es una especie "recelosa" del espacio y la presencia humana. "La tortuga carey necesita las condiciones adecuadas para desovar y se ve amenazada no sólo por la presencia humana, sino por la contaminación y la modificación de las zonas donde está acostumbrada a desovar", dijo a LA PRENSA.
"En este caso, la tortuga podría verse afectada porque los cayos son un territorio menor, con poco espacio y ese espacio es valioso para ellas. Buscar otro sitio para su desove implica una tarea muy difícil para la especie", concluyó.
El complejo desove
El proceso de desove de la tortuga carey ocurre principalmente en playas arenosas durante la noche. Las hembras, tras recorrer largas distancias, regresan a las playas donde nacieron para depositar entre 100 y 150 huevos en un nido que excavan con sus aletas.
Este ciclo es altamente vulnerable, ya que el éxito de la anidación depende de la tranquilidad de la playa, la temperatura de la arena y la ausencia de perturbaciones humanas o depredadores. En Honduras, estas playas son esenciales para mantener la continuidad de la especie, que ya se encuentra en peligro crítico de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Sin embargo, el desove de la tortuga carey se ve gravemente amenazado por la presencia humana, el desarrollo turístico, la contaminación lumínica y actividades como filmaciones o eventos masivos en las zonas costeras.
La perturbación del hábitat puede provocar que las hembras abandonen sus nidos o que las crías no logren llegar al mar. El escenario ideal para la supervivencia de la especie en el Caribe es aquel en el que las playas se mantengan limpias, oscuras y tranquilas, libres de construcciones y actividades humanas intensivas, garantizando así que las tortugas puedan cumplir su ciclo de reproducción sin riesgos adicionales.