La Ceiba, Honduras.
Inició como una simple actividad casera, pero ahora la producción industrial de casabe de yuca es un negocio de marca y sabor que ha permitido a un grupo de mujeres garífunas y ladinas sustentar a sus familias y dar trabajo a terceros.
La elaboración de este bocadillo en el municipio de El Porvenir, Atlántida, comenzó como un trabajo independiente de mujeres campesinas, quienes se limitaban a satisfacer el consumo local.
La idea de llevar esta actividad a un proceso industrial y con un pensamiento de emprendimiento surgió hace una década. Es así como 16 mujeres de las comunidades de La Unión y Ceiba Mocha, en este municipio del litoral atlántico, decidieron organizarse en la Asociación Hondureña de Productoras de Casabe (Aprocasabe) y comenzaron a producir este tradicional alimento en cantidades mayores, con estándares de calidad y sabores únicos.
El proyecto de estas damas emprendedoras fue apoyado por organismos internacionales y autoridades locales, permitiéndoles cimentar las bases de una iniciativa que ha traspasado fronteras.
La actitud catracha con que estas microempresarias asumieron este reto les ha permitido alcanzar un mejor nivel de vida.
“Los logros han sido grandes y lo más importante que hemos logrado con iniciativa es la superación de nuestras familias”, reconoció María Esther Varela, presidenta de la Aprocasabe.
El ejemplo de estas luchadoras empieza desde el campo. Es aquí donde todo su proceso toma sentido, con el cultivo de la yuca, principal materia prima para la elaboración del casabe.
“Uno de los requisitos que nos pedían para apoyarnos en este proyecto es que debíamos tener tierras para cultivar la yuca”, manifestó esta emprendedora.
El casabe que elaboran tiene el gusto tradicional y otros que ellas le han agregado.
“Tenemos sabores a canela, al ajillo y picosito; tienen una gran demanda y a muchos les han gustado. Es un producto de referencia en el departamento de Atlántida”, detalló Varela.
Sostener esta microempresa no ha sido fácil, pero su perseverancia, unidad y dedicación han permitido mantenerla activa durante 10 años.
Perseverancia
“Hemos tenido que sacar préstamos en algunas instituciones para acceder a otros proyectos. Ahora nuestro objetivo es exportar el producto a Estados Unidos y otros países. Estamos en ese proceso”.
Su proyecto de casabe es un referente turístico y cultural en la región. Sus instrumentos tradicionales y modernos se combinan para recrear la cocina garífuna en todo este proceso que ya es un atractivo.
La ruta del casabe es el corredor que se ha creado en este municipio con el propósito de mostrar a los turistas nacionales e internacionales los procesos de producción y elaboración de este alimento tradicional en la comunidad afrodescendiente.
La Red de Comunidades Turísticas de Honduras (Recoturh) ha estado apoyando a esta cooperativa desde que se fundó con capacitaciones sobre cómo mejorar su producción y explotar su cadena de producción con fines turísticos.
“Les estamos apoyando en esta iniciativa con el fin de aprovechar el aspecto turístico, pues la parte cultural es muy importante en este proceso. Tenemos un guión interpretativo para ver el casabe y seguir paso a paso toda su elaboración. Es una experiencia que complementa nuetras ofertas turísticas en la región”, explicó Marcio Rivera, director ejecutivo de la Recoturh.
Los turistas que llegan este lugar se van impresionados por la forma como se elaboran las tortas de casabe.
Bebida
En este corredor también es posible disfrutar los platillos que forman parte de la dieta culinaria de los garífunas.
El guífiti, una de las bebidas con atribuciones afrodisíacas y medicinales, es otro de los exponentes de esta etnia.
Su elaboración sigue siendo un negocio particular de muchas personas, pero que no deja de ser un atractivo para los visitantes nacionales y extranjeros.
Su preparación incluye ingredientes naturales, como anís, manzanilla, pimienta gorda, clavos de olor, palo de hombre grande, entre otras hierbas y raíces.
Inició como una simple actividad casera, pero ahora la producción industrial de casabe de yuca es un negocio de marca y sabor que ha permitido a un grupo de mujeres garífunas y ladinas sustentar a sus familias y dar trabajo a terceros.
La elaboración de este bocadillo en el municipio de El Porvenir, Atlántida, comenzó como un trabajo independiente de mujeres campesinas, quienes se limitaban a satisfacer el consumo local.
La idea de llevar esta actividad a un proceso industrial y con un pensamiento de emprendimiento surgió hace una década. Es así como 16 mujeres de las comunidades de La Unión y Ceiba Mocha, en este municipio del litoral atlántico, decidieron organizarse en la Asociación Hondureña de Productoras de Casabe (Aprocasabe) y comenzaron a producir este tradicional alimento en cantidades mayores, con estándares de calidad y sabores únicos.
El proyecto de estas damas emprendedoras fue apoyado por organismos internacionales y autoridades locales, permitiéndoles cimentar las bases de una iniciativa que ha traspasado fronteras.
La actitud catracha con que estas microempresarias asumieron este reto les ha permitido alcanzar un mejor nivel de vida.
 Una ruta turística que le hace honor a su nombre es otra de las propuestas que han permitido exponer los procesos de elaboración de este bocadillo garífuna, así como su bebida tradicional, el guífiti.
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El ejemplo de estas luchadoras empieza desde el campo. Es aquí donde todo su proceso toma sentido, con el cultivo de la yuca, principal materia prima para la elaboración del casabe.
“Uno de los requisitos que nos pedían para apoyarnos en este proyecto es que debíamos tener tierras para cultivar la yuca”, manifestó esta emprendedora.
El casabe que elaboran tiene el gusto tradicional y otros que ellas le han agregado.
“Tenemos sabores a canela, al ajillo y picosito; tienen una gran demanda y a muchos les han gustado. Es un producto de referencia en el departamento de Atlántida”, detalló Varela.
Sostener esta microempresa no ha sido fácil, pero su perseverancia, unidad y dedicación han permitido mantenerla activa durante 10 años.
Perseverancia
“Hemos tenido que sacar préstamos en algunas instituciones para acceder a otros proyectos. Ahora nuestro objetivo es exportar el producto a Estados Unidos y otros países. Estamos en ese proceso”.
Su proyecto de casabe es un referente turístico y cultural en la región. Sus instrumentos tradicionales y modernos se combinan para recrear la cocina garífuna en todo este proceso que ya es un atractivo.
La ruta del casabe es el corredor que se ha creado en este municipio con el propósito de mostrar a los turistas nacionales e internacionales los procesos de producción y elaboración de este alimento tradicional en la comunidad afrodescendiente.
La Red de Comunidades Turísticas de Honduras (Recoturh) ha estado apoyando a esta cooperativa desde que se fundó con capacitaciones sobre cómo mejorar su producción y explotar su cadena de producción con fines turísticos.
“Les estamos apoyando en esta iniciativa con el fin de aprovechar el aspecto turístico, pues la parte cultural es muy importante en este proceso. Tenemos un guión interpretativo para ver el casabe y seguir paso a paso toda su elaboración. Es una experiencia que complementa nuetras ofertas turísticas en la región”, explicó Marcio Rivera, director ejecutivo de la Recoturh.
Los turistas que llegan este lugar se van impresionados por la forma como se elaboran las tortas de casabe.
Bebida
En este corredor también es posible disfrutar los platillos que forman parte de la dieta culinaria de los garífunas.
El guífiti, una de las bebidas con atribuciones afrodisíacas y medicinales, es otro de los exponentes de esta etnia.
Su elaboración sigue siendo un negocio particular de muchas personas, pero que no deja de ser un atractivo para los visitantes nacionales y extranjeros.
Su preparación incluye ingredientes naturales, como anís, manzanilla, pimienta gorda, clavos de olor, palo de hombre grande, entre otras hierbas y raíces.
 Una ruta turística que le hace honor a su nombre es otra de las propuestas que han permitido exponer los procesos de elaboración de este bocadillo garífuna, así como su bebida tradicional, el guífiti.
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