La Ceiba, Honduras.
Sin esperanzas de tener nuevas vías alternas por donde circular, decenas de conductores se enfrentan a diario con el calvario de los congestionamientos que se dan en las principales entradas y salidas de esta ciudad.
El proyecto de la calle 8 y la construcción de la carretera a cuatro carriles son obras que desde hace décadas vienen ofreciendo las autoridades para solucionar este problema, pero solo han quedado en promesas, mientras el caos vehicular se apodera en las únicas entradas y salidas que tiene la ciudad hacia el departamento de Colón y el resto de Atlántida.
“Es una necesidad, ya que tenemos congestionamientos en horas pico, y eso hace que la gente gaste más combustible y hace más tedioso transportarse hacia el aeropuerto Golosón, así como otros sectores”, lamentó Francisco Villatoro, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Atlántida (Ccia).
Para el desarrollo económico y turístico de la Novia de Honduras, esto es negativo. El empresario aseguró que Roberto Ordóñez, ministro de Insep, le comunicó que hay un presupuesto de 79 millones de lempiras para este anhelado proyecto.
“Sabemos que es poco, pero es saludable empezar a hacer un puente y calles de terracería para aliviar este problema, y si ya están los fondos entonces hay que darle trámite”, dijo.
Entrar y salir a La Ceiba, tanto por la parte este como en su otro extremo, es una pesadilla para todos los conductores de vehículos. “Esto nos afecta, ya que cuando no hay vías alternas se gasta más combustible y se pierde más tiempo, y sentimos que el desarrollo de la ciudad se ha estancado”, manifestó Marcelo Gutiérrez, presidente de la Organización de Transporte y Transportistas de Taxi Ceibeños (Cotraetac).
Hay rutas que cuando están despejadas se hacen en cinco minutos; con el caos vehicular se demora hasta más de media hora.
Sin esperanzas de tener nuevas vías alternas por donde circular, decenas de conductores se enfrentan a diario con el calvario de los congestionamientos que se dan en las principales entradas y salidas de esta ciudad.
El proyecto de la calle 8 y la construcción de la carretera a cuatro carriles son obras que desde hace décadas vienen ofreciendo las autoridades para solucionar este problema, pero solo han quedado en promesas, mientras el caos vehicular se apodera en las únicas entradas y salidas que tiene la ciudad hacia el departamento de Colón y el resto de Atlántida.
“Es una necesidad, ya que tenemos congestionamientos en horas pico, y eso hace que la gente gaste más combustible y hace más tedioso transportarse hacia el aeropuerto Golosón, así como otros sectores”, lamentó Francisco Villatoro, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Atlántida (Ccia).
Para el desarrollo económico y turístico de la Novia de Honduras, esto es negativo. El empresario aseguró que Roberto Ordóñez, ministro de Insep, le comunicó que hay un presupuesto de 79 millones de lempiras para este anhelado proyecto.
“Sabemos que es poco, pero es saludable empezar a hacer un puente y calles de terracería para aliviar este problema, y si ya están los fondos entonces hay que darle trámite”, dijo.
Entrar y salir a La Ceiba, tanto por la parte este como en su otro extremo, es una pesadilla para todos los conductores de vehículos. “Esto nos afecta, ya que cuando no hay vías alternas se gasta más combustible y se pierde más tiempo, y sentimos que el desarrollo de la ciudad se ha estancado”, manifestó Marcelo Gutiérrez, presidente de la Organización de Transporte y Transportistas de Taxi Ceibeños (Cotraetac).
Hay rutas que cuando están despejadas se hacen en cinco minutos; con el caos vehicular se demora hasta más de media hora.