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Cada 48 horas ultiman a una mujer en el país

  • Actualizado: 14 diciembre 2011 /

La violencia doméstica e intrafamiliar y las redes del crimen organizado están relacionadas con los crímenes de las mujeres hondureñas.

    La violencia psicológica y física a la que ha sido sometida la mujer durante años fue rebasada por algo más grande en muchos casos: la pérdida de la vida.

    La muerte violenta de mujeres aumenta cada año y al igual que ocurre con la mayoría de delitos en el país, no hay castigo para los responsables. En Honduras cada 48 horas se registra un caso de femicidio, según reporte del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Conadeh. En los últimos 10 años los femicidios en Honduras aparecen vinculados a tres factores: la violencia doméstica e intrafamiliar, las redes del crimen organizado y la violencia contra las mujeres. Se estima que entre 2002 hasta 2010 murieron en forma violenta más de dos mil mujeres.

    El 70% de las víctimas que perdieron su vida en manos de delincuentes tienen un rango de edad entre los 15 y los 40 años; aunque las más expuestas a morir en forma violenta son las mujeres entre los 20 y los 24 años, según informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Conadeh.

    SPS con más incidencia

    Según reportes de 2010 de la Fiscalía de la Mujer, el mayor porcentaje de femicidios ocurrió en San Pedro Sula, seguido de Tegucigalpa y el resto del país.

    De las 385 muertes ocurridas en 2010, 145 se registraron en San Pedro Sula. En lo que va del año ya se han contabilizado 108 femicidios en el Valle de Sula, de los cuales cien fueron con arma de fuego y los otros ocho con arma blanca.
    Lidise Padilla, jefa de la unidad de Femicidios en la Dnic de San Pedro Sula, señaló que estos casos en su mayoría no logran resolverse por falta de colaboración de los familiares que no testifican. De los más de 100 casos en el Valle de Sula que van, apenas 37 han llegado a la Fiscalía.

    “La mayor parte de muertes a mujeres se dan en la noche o en la madrugada, generalmente en la calle, a pocas las han ido a matar a sus casas”, señaló Padilla. Por ello recomienda a las mujeres tomar las acciones desde sus hogares retomando los valores e inculcarlos a sus hijos. Señaló que muchos homicidios de mujeres están relacionados con las maras y a las drogas y sólo dos, de los que llevan contabilizados, han sido parricidios.

    La Unidad de Investigación de Delitos contra la Vida de la Mujer emprendió la Campaña Nacional contra los Femicidios, con la que se buscaba dejar en evidencia la inoperancia del Gobierno en la investigación y aplicación de la justicia contra los asesinos de mujeres. Esta misma unidad muestra que el 97% de los más de 2,000 femicidios cometidos en el país durante los últimos ocho años han quedado impunes.

    La gravedad de los asesinatos contra las mujeres se refleja en el aumento de casos y en el grado de violencia y ensañamiento ejercido contra las víctimas.

    Honduras, el segundo en femicidios

    En 2010, Honduras ocupó el segundo lugar en muertes violentas de mujeres en la región centroamericana.

    El primer lugar fue para Guatemala y el tercero para El Salvador.

    Guatemala pasó de contabilizar más de 3,000 homicidios en el año 2000 hasta más de 7,000 en 2010.

    El porcentaje de denuncias de violencia contra la mujer, provocada por la pareja o expareja, es del 60 en Honduras, el país que menos casos apunta en toda el área; lo que implica que todavía se sigue manejando este asunto como un problema privado.

    Según representantes de organizaciones que dan apoyo a las mujeres víctimas de violencia, en Centroamérica durante los últimos 15 años, el femicidio es propulsado por la desigualdad social, el narcotráfico y un sistema institucional débil.

    La especial dificultad para combatir todo tipo de violencia contra la mujer en Centroamérica se refleja también en el aumento que ha experimentado en los últimos años la trata o tráfico de personas.

    Entre 2003 y 2009, el número femicidios en Centroamérica y la República Dominicana se duplicó.

    Tanto en Honduras como en los países centroamericanos la mayoría de víctimas de los femicidios son en edades jóvenes, de entre 15 hasta 39 años.

    A pesar de las campañas contra la violencia, las cifras en lugar de reducir, van en aumento.