Otro funcionario abandona el Gobierno de Manuel Zelaya Rosales.
Héctor Briceño, ministro asesor para asuntos de Vivienda, es el funcionario número 14 que renuncia a su cargo.
Dijo que se va frustrado sin poder haber hecho nada por los pobres, porque no se le dio el apoyo necesario para impulsar los programas que él y el presidente Zelaya prometieron durante la campaña electoral.
Este Gobierno registra la mayor desbandada de funcionarios en los últimos períodos presidenciales. Entre ellos destacan los ministros de Finanzas, Hugo Noé Pino y de Salud, Orison Velásquez; dos ministros asesores, Juan Bendeck, ministro asesor en asuntos de Energía y gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Enee y Leo Starkman, ministro de Inversiones y sucesor de Bendeck en esta entidad de servicio.
También figura la partida del viceministro de Salud, José Dickerman y otros funcionarios titulares de instituciones descentralizadas o secretarios generales como Rosario Godoy, directora del Pani y José Manuel Arriaga Yacamán, gerente de la Empresa Nacional Portuaria, ENP.
Les siguen en orden de jerarquía los directores del Hospital Escuela, Mario Noé Villafranca y Manfredo Turcios, a los cuales se suman tres secretarios generales: Denis Castro Bobadilla, secretario general del ministerio de Salud, que por cierto fue el primero en irse del Gobierno; Cecilio Castro Brans, secretario general del ministerio de Seguridad y Rogelio Clara, secretario general de la Dirección Ejecutiva de Ingresos.
El de menor categoría de los que se han ido es Pedro Pablo Varela, tesorero general de la República. Briceño anunció su renuncia con carácter irrevocable durante una ceremonia de entrega de 35 mil láminas a unos 65 alcaldes de municipios pobres, que serán donadas a dos mil familias en condiciones extremas de pobreza y cuyas viviendas tienen techos de paja.
¿Por qué se fue?
La renuncia de Briceño se veía venir. Su mayor deseo era crear un ministerio de Vivienda, uniendo la Dirección de Vivienda, que actualmente pertenece a Soptravi, con el Fondo Social de la Vivienda, Fosovi y Fundevi. Quería; además, que el Estado construyera viviendas nuevamente como lo hizo en su momento el Instituto de la Vivienda, Inva, desaparecido por decisión del gobierno de Rafael Callejas.
La gota que pudo haber rebalsado el vaso fue cuando el 20 de octubre, tras una reunión de Consejo de Ministros, el Gobierno anunció la creación del Programa de Vivienda y Crédito Solidario, en el que a Briceño no le daban ninguna participación.
El ex ministro prometió regresar algún día, pero con poder de decisión para construir viviendas para los pobres. “Vine con mucho entusiasmo aquí, con enorme voluntad, quizás demasiada.
No he venido aquí a tener amigos o a incrementar mi club social, sino a hacer casas para pobres. El Inva construyó 40 mil viviendas, eso es posible hacerlo y requiere, por supuesto, decisión política”, dijo.
“Sólo asesor”
Luego le recordó al mandatario “no abandonar a los que votaron y creyeron en nosotros” y en ese sentido, “tengo un compromiso con el pueblo y no quiero engañarlo, no quiero mentirle a la gente que confió en esa propuesta de vivienda”.
A Zelaya se le preguntó porqué no se le había apoyado y expresó: “Él es asesor, éstos son para asesorar, no para que tengan cartera de proyectos”.