San Pedro Sula, Honduras.
A través del arte, el ser humano puede expresar sus pensamientos y actualmente en la capital industrial de Honduras los jóvenes han encontrado en las calles la forma de mostrarse a través del Street Art, conocido en Latinoamérica como arte callejero.
En nuestro país esta subcultura es relativamente nueva, pues hasta hace algunos años había pocos que se atrevieran a dejar su huella en las paredes visibles de la urbe.
Esta forma de expresión tiene como uno de sus principales fundamentos mostrar la belleza de la pintura a todo el público, sin que tengan que pagar nada. De paso fomentan así la cultura y el arte en los hondureños que cada vez se ven más atraídos por estas expresiones novedosas y creativas.
Este movimiento tomó fuerza a principios de los años noventa en New York y rápidamente se propagó por las principales ciudades del mundo. No obstante, el arte callejero Stencil comenzó a usarse desde los años 60 en Francia como forma de protesta o con mensajes políticos. Este consiste en pintar con plantillas elaboradas.
Jorge Pineda Maradiaga (36), uno de los exponentes del arte callejero en la ciudad y conocido como Rei Blinky, contó que comenzó su carrera artística hace unos 16 años pero que comenzó a pintar en las calles, unos ocho años atrás. “Empecé a pintar en la calle para que la gente viera mi trabajo. Un día estaba en el estudio pintando un cuadro para un cliente, un pájaro entró al estudio y se posó sobre el portapinturas y no se movía. Me llamó la atención y dije que iba a hacer un diseño de un pájaro loco. Eso fue lo primero que pinté en la calle: un pájaro loco en papel. Usé una técnica que consiste en pegar varias hojas de papel. Lo hice debajo de un puente, la gente al verlo me preguntaba qué era eso”, expresó.
“Creo que la influencia de mis primos y la creatividad de mis familiares, muchos arquitectos y diseñadores, me influenciaron al arte”, agregó.
A través del arte, el ser humano puede expresar sus pensamientos y actualmente en la capital industrial de Honduras los jóvenes han encontrado en las calles la forma de mostrarse a través del Street Art, conocido en Latinoamérica como arte callejero.
En nuestro país esta subcultura es relativamente nueva, pues hasta hace algunos años había pocos que se atrevieran a dejar su huella en las paredes visibles de la urbe.
Esta forma de expresión tiene como uno de sus principales fundamentos mostrar la belleza de la pintura a todo el público, sin que tengan que pagar nada. De paso fomentan así la cultura y el arte en los hondureños que cada vez se ven más atraídos por estas expresiones novedosas y creativas.
Este movimiento tomó fuerza a principios de los años noventa en New York y rápidamente se propagó por las principales ciudades del mundo. No obstante, el arte callejero Stencil comenzó a usarse desde los años 60 en Francia como forma de protesta o con mensajes políticos. Este consiste en pintar con plantillas elaboradas.
Jorge Pineda Maradiaga (36), uno de los exponentes del arte callejero en la ciudad y conocido como Rei Blinky, contó que comenzó su carrera artística hace unos 16 años pero que comenzó a pintar en las calles, unos ocho años atrás. “Empecé a pintar en la calle para que la gente viera mi trabajo. Un día estaba en el estudio pintando un cuadro para un cliente, un pájaro entró al estudio y se posó sobre el portapinturas y no se movía. Me llamó la atención y dije que iba a hacer un diseño de un pájaro loco. Eso fue lo primero que pinté en la calle: un pájaro loco en papel. Usé una técnica que consiste en pegar varias hojas de papel. Lo hice debajo de un puente, la gente al verlo me preguntaba qué era eso”, expresó.
“Creo que la influencia de mis primos y la creatividad de mis familiares, muchos arquitectos y diseñadores, me influenciaron al arte”, agregó.
Estigma
Pineda apunta que uno de los factores que evitaba que saliera a manifestarse era el temor a ser confundido con un pandillero debido a que en nuestro país muchas personas tienden a relacionar esto con actividades delictivas.
“En un principio me daba temor que me confundieran con un pandillero.
Es difícil hacer este arte en un país que tiene un alto estigma por las pandillas. Ahora se está viendo una mayor aceptación al arte callejero por parte de las personas; pero hace unos seis años hacer esto era más que un delito. Te veían mal las personas, como un vago, como que no supieras hacer nada, así es el concepto que se tiene de los artistas en el tercer mundo. Para mí esto es un trabajo, no lo tomo como un pasatiempo. Esta profesión no es barata, los materiales con caros”, concluye.
Juan Guillermo Recarte (25), otro artista callejero, afirma que Internet ha ayudado a que la gente aprenda sobre este tema y vaya disminuyendo su rechazo. Eso permite que la población joven se interese en estas expresiones artísticas.
Alejandro Discua (26), reciente artista callejero, indicó que lo motivó a pintar en la calle la exposición pública que llega a todos sin restricción.
La diferencia entre arte callejero y grafiti está en que el primer concepto engloba todos los estilos como Stencil y Wheat paste. El grafiti solo hace referencia a imágenes y tags o firmas.
Expectativa
Gerardo Murillo, presidente de la Cámara de Turismo de San Pedro Sula y organizador del pasado Festival del Sol, dijo que en noviembre habrá más de estos festivales en los cuales crearán más arte. “En el centro de la ciudad y en la colonia Jardines del Valle se pretende continuar. En Jardines se creará más arte callejero”.
