24/04/2024
07:22 AM

Jorge Pineda, el 'Rey del grafiti” lleva su trazo a Italia

San Pedro Sula, Honduras.

El pueblo de Selci en Roma, Italia, tendrá en sus muros la marca artística nacida en San Pedro Sula. Eso será posible a través del trazo de Jorge Pineda Maradiaga, conocido como Rei Blinky en el mundo de los pintores urbanos.

El pintor sampedrano participará en el festival internacional de arte urbano en ese país europeo y es la primera vez que Honduras tiene su representación.

Pineda fue invitado luego que sus creaciones en algunos muros de la ciudad fueran vistos por personas en el extranjero. La calidad y el talento que queda evidenciado en cada curva y detalle de sus pinturas le hace digno merecedor de esta aventura que durará dos semanas, aproximadamente. Hace algunos días participó en el Festival del Sol que fue organizado por la Cámara Nacional de Turismo de Honduras y la Municipalidad de San Pedro Sula, adonde más de dos mil personas estuvieron presentes. Con varios amigos del grupo Somos Honduras embelleció una de las paredes de la colonia Trejo, dejando claro que trae en las venas el amor por la pintura. Es hijo único, sampedrano desde la cuna, Marathón a muerte y está próximo a comprometerse con su novia. Sin duda un artista que brilla y tiene mucho por recorrer.

Foto: La Prensa

Jorge Pineda muestra una de sus creaciones en wheatpaste realizadas en San Pedro Sula.
Talento

El originario del barrio Medina de esta ciudad cuenta con alegría que fue su madre la que un día le despertó el deseo de ser un pintor, curiosamente cuando ella estaba en la cocina.

“Mi madre, Blanca Maradiaga, es chef profesional y, como ella, yo también quería ser cocinero profesional, pero una vez que ella puso las frutas en la mesa con que iba a cocinar para que yo identificara los colores me preguntó de qué color era la sandía por dentro y yo le dije que morada. Ella sonrió y me dijo que era roja. Luego de eso me dio un consejo que recuerdo toda la vida: ‘hijo, si usted dice que alguna cosa es de tal color, que nadie le quite la convicción de que es así y defiéndalo siempre’. A partir de allí yo descubrí mi amor por los colores y pintaba las sandías de morado”, manifiesta el artista soltando una sonora carcajada.

Después de eso, su vida giró en torno a la pintura y el arte, sus cuadernos de escuela y colegio llevaban en su parte trasera la pasión de un joven que poco a poco llegaría alto y para ello debía prepararse académicamente.

A los años, tras graduarse de educación media, el rey del grafiti ingresó a la Universidad de San Pedro para cursar la carrera de Arquitectura que le sería útil para manejar muchos conceptos en su encanto por los dibujos con colores. “Ahora manejo mi estilo de pintura vectorial y otros conceptos gracias a lo que mi carrera de Arquitectura me enseñó. Es importante tener siempre estudios en tu carrera porque siempre te ponen por delante y tu técnica se vuelve más profesional”, aconseja Pineda.

No conforme con esto sacó su licenciatura en Diseño Gráfico que le permitió ampliar aún más sus conocimientos. Tanta perseverancia le permitió después estudiar arte fuera del país, específicamente en Puerto Rico. Allá estuvo dos años en el Recinto Universitario de Mayagüez, adonde pudo graduarse para poner en práctica en alto nivel todas sus destrezas.

Foto: La Prensa



Aventura

Ahora Jorgito disfruta realizar su trabajo en las calles de San Pedro Sula. Cerca del puente de desnivel de la Usap lucen algunas de sus obras. En algunos barrios e instituciones ha podido realizar pinturas con técnicas como el wheatpaste, que consiste en formar imágenes con impresiones pixeleadas.

Este artista asegura que con el paso del tiempo el arte urbano debe incentivarse en la ciudad porque hay muchos buenos artistas con talento. “Recuerdo cuando decidimos pintar una pared por primera vez en San Pedro, cerca del Mario Rivas, teníamos cierto temor porque muchos creen que es de vándalos hacerlo. Cuando estábamos a medio trabajo un carro de vidrios polarizados se detuvo frente a nosotros un buen rato y nos asustó. Al rato bajaron los vidrios y nos felicitaron porque les gustaba lo que estábamos haciendo. A partir de ahí hay mucha gente que nos acompaña y disfruta con nosotros el trabajo artístico que hacemos”.