La recolección de todos aquellos materiales considerados inservibles se ha convertido en la forma de ganarse la vida de muchas personas en las calles de la capital.
El negocio está en la subutilización que le dan las empresas de reciclaje a la chatarra que ya “no sirve” y que se reemplazan por productos nuevos.
Son centenares de negocios de compra de metales los que han surgido en los barrios, colonias y en las principales entradas de la capital.
Esta industria se ha convertido hace una década en una de las formas de sobrevir de cientos de familias.
Materiales como el hierro, cobre, bronce, botellas de plástico y papel son comercializados en estos negocios que se han multiplicado como las pulperías.
Ingresos
Hay identificadas al menos unas 5,000 personas que se dedican a la actividad de recoger desechos en las diferentes áreas de comercialización en las ciudades gemelas.
Los precios que se pagan por las empresas dedicadas a esta actividad comercial van de acuerdo con peso de cada uno de los artículos.
Por una libra de hierro se pagan dos lempiras, el bronce cuesta 25 lempiras, el cobre oscila entre los 50 y 60 lempiras, y el aluminio, que es considerado el más fácil de recolectar, cuesta10 lempiras.
Las botellas plásticas y el papel se pagan a cuatro lempiras la libra.
Esta es una actividad en la que en algunos casos participan todos los miembros de la familia, ya que es un trabajo que no requiere de grandes esfuerzos ni de muchos conocimientos.
Legalidad
El negocio de la compra y venta de chatarra es una ocupación que está de moda en la capital, ya que se puede observar fácilmente la proliferación de estos negocios en cualquier esquina de Tegucigalpa y Comayagüela.
Resulta curioso que en los libros de registro de la Municipalidad apenas existen inscritos legalmente 26 establecimientos, que están diseminados en los barrios de Comayagüela.
Por esta razón se puede percibir que muchos de estos negocios están operando bajo la ilegalidad, y por ende no están sujetos a supervisión de ningún tipo.
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