La falta de espacio, equipo y personal en el hospital Mario Catarino Rivas perjudica la atención para los más de 2,000 pacientes que llegan diariamente a ese centro asistencial.
Eso queda evidenciado en la sala de emergencia pediátrica, donde la afluencia de pacientes sobrepasa la capacidad. En esa área, en muchos casos una cama es compartida hasta por tres niños por falta de espacio y equipo para ser atendidos, lo que provoca que los menores se infecten entre sí.
El Mario Rivas es el segundo centro hospitalario más grande del país después del Hospital Escuela de la capital. Según las estadísticas que manejan las autoridades del hospital Mario Rivas, se atiende a unos 1,200 pacientes diarios en las emergencias, lo que significa que por hora los médicos atienden a 50 pacientes.
De estas personas que reciben atención en las salas de emergencia, el 25 por ciento son ingresadas, sobrepasando la capacidad de las diez salas de urgencia, que tienen 240 camas instaladas.
Salas saturadas
La capacidad del hospital es superada en 20 por ciento en un día normal y los fines de semana y días festivos, en el cien por ciento. La sala que recibe más pacientes es la de emergencia de cirugías, en la que ingresan personas con lesiones por accidentes y en su mayoría por hechos violentos.
El 25 por ciento de los atendidos quedan ingresados en las salas de emergencia y el problema que se presenta es que no tienen camas disponibles para los nuevos pacientes. Ese déficit origina congestionamiento en esas áreas y que los pacientes tengan que estar en camillas en los pasillos del hospital uno tras otro, lo que es llamado “el trencito” por el personal médico.
El subdirector del hospital, Juan Carlos Argueta, expresó que ese centro de atención invierte mucho dinero en recuperar a los pacientes de la salas de emergencia y que se les da prioridad a las personas que tienen más posibilidad de sobrevivir.
El personal del hospital no es suficiente para brindar buena atención porque sólo hay dos médicos especialistas para 25 pacientes en una sala e igual número de enfermeras. Ese déficit es compensado un poco por los estudiantes de medicina que hacen su práctica.
Con equipo prestado
Por la falta de equipo en la mayoría de las áreas del hospital no se puede atender inmediatamente a todas las personas. Por eso, algunos pacientes se van del Rivas para buscar atención en los centros privados.
Muestra de ello es la sala de rayos X, que opera sólo con una máquina portátil porque las otras seis están averiadas. Esa máquina fue prestada por el hospital Leonardo Martínez y con ella se hacen unas 150 placas al día, dándoles prioridad a las personas de las áreas de emergencia, pero se deja de atender a un número igual de pacientes.
Ese aparato es de menor capacidad que una máquina normal, por lo que no se están haciendo las radiografías de cráneo, abdomen, columna y pelvis.
Cada máquina de rayos X tiene un valor aproximado de 250,000 dólares y el hospital no tiene capacidad de repararlas en este momento ni adquirir nuevas.
El problema de equipo viene desde las administraciones anteriores, ya que no se les ha dado mantenimiento a esos aparatos y el uso prolongado los ha dañado, aseguró Argueta.
El hospital tiene once quirófanos, de los cuales están funcionando diez. En las salas de operación se hacen tres cirugías electivas por día, pero al faltar un quirófano se dejan de hacer unas 80 intervenciones al mes.
En el quirófano en mal estado se deben hacer varias reparaciones en el sistema eléctrico y en un condensador para tener suficiente voltaje y movilizar equipos como la máquina de anestesia, electrocauterio y succionador.
La morgue del Mario Rivas también tiene deficiencias, ya que de diez cubículos sólo están funcionado tres. En los siete restantes se debe mejorar la parte estructural y el sistema frío para mantener en buen estado los cadáveres, por lo que se necesita llevar a cabo un nuevo proyecto para mejorar el área, según el subdirector del centro.
En cuanto a los ascensores, el hospital presenta deficiencias porque sólo está funcionando uno de seis. El elevador bueno es utilizado por los médicos, pacientes, se transporta la comida y en muchas ocasiones los desechos, por lo que hay peligro de contagio de alguna enfermedad.
Algunas salas del hospital están acondicionadas porque los médicos que trabajan en ellas se preocupan por mantenerlas en buenas condiciones y hay fundaciones extranjeras que prestan ayuda, así como los familiares de algunos pacientes que se han recuperado con éxito en este centro hospitalario
El centro asistencial tiene un desabastecimiento de medicinas del cincuenta por ciento.