Las 298 corporaciones municipales del país iniciarán hoy sus gobiernos locales con austeros pero solemnes actos de traspaso.
Aunque algunos fueron reelectos y otros elegidos por primera vez, 298 alcaldes y la misma cantidad de vicealcaldes, más dos mil regidores están listos para gobernar a casi ocho millones de hondureños.
Las alcaldías más grandes del país, la de Tegucigalpa, que reeligió al nacionalista Ricardo Álvarez, y la de San Pedro Sula, que busca el cambio con el novel liberal Juan Carlos Zúniga, enfrentan tremendas crisis económicas.
Descalabro financiero
Algunos recibirán más deudas que bonanza. Las causas son los bajos ingresos, el sectarismo político desde el Gobierno y el despilfarro en las anteriores administraciones.
Las corporaciones se nutren financieramente de sus propios ingresos y otras con las transferencias del Gobierno, que superan los dos mil millones de lempiras; en ningún caso, esa transferencia es de menos de dos millones para las alcaldías que menos reciben. La tercera fuente de financiamiento son los fondos de la Estrategia de Reducción de la Pobreza, ERP, 700 millones anuales.
El presidente electo de la República, Porfirio Lobo Sosa, prometió despolitizar el apoyo a las alcaldías, específicamente a la de San Pedro Sula, y a la de Choluteca, en que fue reelecto el liberal Quintín Soriano.
El partido de gobierno tiene más de 180 corporaciones municipales, los liberales superaron las cien, la Democracia Cristiana logró dos y la Villa de San Antonio, en Comayagua, tiene una corporación independiente.
En el departamento de Cortés hay ocho alcaldías liberales y sólo cuatro nacionalistas, y de hecho es el único departamento a nivel de corporaciones que ganaron los oficialistas.
En otros departamentos, como El Paraíso, la trayectoria liberal fue borrada cuando de 18 municipios los nacionalistas obtuvieron doce y los oficialistas ganaron las seis restantes.
Retos edilicios
Para el presidente de la Asociación de Municipalidades de Honduras, Amhon, Carlos Miranda, la esperanza gremialista es lograr algunas cosas por las que han luchado siempre, como la descentralización.
“Eso nos permitirá ejecutar obras de desarrollo de una manera más rápida y más barata”, afirmó el alcalde de Comayagua electo por cuarto periodo consecutivo.
Los alcaldes también esperan que el Ejecutivo sancione las reformas de la Ley de Municipalidades y que el Congreso Nacional dictamine y apruebe la Ley de la Carrera Administrativa Municipal, que permitirá que los empleados que forman parte de los equipos técnicos municipales y han sido capacitados con recursos de las alcaldías y el Gobierno tengan estabilidad en sus puestos de trabajo.
La reforma de la Ley de Municipalidades establece un aumento de las transferencias a las alcaldías de cinco a once por ciento, diferido en cinco años.
Se comenzará en 2010 con el siete por ciento -o sea un aumento del dos por ciento-, pero en el proyecto de Presupuesto General de la República de 2010 sólo se contempla el incremento del uno por ciento.
Las municipalidades buscan salir adelante basadas en tres objetivos estratégicos: el impulso de la descentralización, la modernización de los gobiernos locales y el fomento del desarrollo integral de los municipios.