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Las mujeres de la 18 son utilizadas en la venta de droga y en extorsión

  • 05 julio 2017 /

Meses atrás, las mujeres recaudaban y metían a las cárceles el dinero de la extorsión. Ahora, una parte queda en sus carteras y en las manos de aspirantes a jefes..

San Pedro Sula, Honduras

Las mujeres de la sanguinaria Varrio 18 —con V y no B por la simbología de la pandilla—, que siempre han estado sometidas a las órdenes de los hombres, están caminando por el filo de la navaja: siguen cobrando la extorsión, pero ahora ya no la envían a sus jefes que están en las cárceles.

Una parte del dinero que recolectan en negocios se queda en sus carteras y otra porción en los bolsillos de miembros que intentan ganar protagonismo y liderazgo en esa organización, que ha quedado descabezada.

Luego del traslado de los mareros (18 y MS-13) de presidios corruptos a cárceles de máxima seguridad (La Tolva y El Pozo), la 18 está en un mar de confusión, no tiene brújula, carece de dirección.

Dato
De unas 130 mareras presas en la cárcel de Támara, el 88%, aproximadamente, pertenece a Varrio 18; el 12%, a la MS-13.
De 1,552 mareros recluidos en La Tolva y El Pozo, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional Penitenciario (INP), 1,079 pertenecen a Varrio 18 y 473 a la MS-13.

En términos globales, el 70% de los mareros presos en cárceles de máxima seguridad son miembros de la también llamada Calle 18. Estos, que tenían cargos de jefes en la organización y en clicas en barrios y colonias, ya no pueden dar órdenes a los subalternos; entre ellas, las mujeres, pues no tienen acceso a celulares.

Foto: La Prensa

Las mujeres les llevaron a los cabecillas de la 18 varios millones de lempiras en los últimos cinco años cuando estaban recluidos en los presidios de San Pedro Sula y Támara.
“El año pasado, en noviembre, me vinieron a cobrar, a exigir dinero. Me pedían más de L20,000. Me dio miedo porque los sentí que eran fuertes. En estos meses han venido mujeres, pero las veo confundidas. No están pidiendo esas grandes cantidades, un día viene una y otra día viene otra, no se ponen de acuerdo. Yo ya no les doy”, dijo un comerciante de un negocio mediano del noroeste de la ciudad.

En vista de que toda la organización está resquebrajada, los aspirantes a jefes, que en la mayoría son menores de 25 años, intentan evitar el colapso mediante la imposición y cumplimiento de sus leyes.

Quienes pretenden relevar a los jefes, sin la previa consulta a cabecillas porque están incomunicados, han puesto a circular, nuevamente, la tabla de las 18 leyes que todos sus miembros deben cumplir.

Cárceles
Las mujeres de la 18 que operan en libertad utilizan indumentaria, común y corriente, como la usada por cualquier mujer.
Deslealtad y muerte

El conjunto de reglas, similar a un decálogo, le recuerda a cada miembro que “no es un juego” y le deja claro al integrante que “nunca ratees al varrio o será fatal”.

A algunas mujeres (simpatizantes, colaboradoras o miembros) de esta organización criminal, que han quebrado las reglas, las han ultimado de forma macabra en los últimos meses.

En este momento, por ejemplo, las autoridades policiales investigan a miembros de las dos maras por la muerte de mujeres que han aparecido decapitadas, descuartizadas y acribilladas.

Foto: La Prensa

Ahora que los cabecillas están en El Pozo y La Tolva, las mujeres no reciben órdenes por teléfono. Jefes de clicas, que quieren ser líderes, les dan las instrucciones de manera directa.
La unidad de investigación de LA PRENSA se enteró de que en los próximos meses, en los Tribunales de Sentencia comenzará un juicio contra Yordi Ramírez, conocido en Varrio 18 con los alias de Chele Costal y Cronic, por la presunta participación en un dantesco asesinato de una mujer desleal a la mara.

Ramírez y otros sujetos mataron, supuestamente, a la mujer a balazos, posteriormente la ataron de pies y manos y la colocaron boca abajo en el suelo. Una vez que ella estaba en el piso le rociaron combustible y procedieron a prenderle fuego en la cabeza.

Mujeres
Dentro de la cárcel, muchas de las presas que son de Varrio 18 visten camisetas y pantalones cortos holgados.
El 10 de mayo, la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) y la Policía Militar capturaron a Ramírez con seis miembros (incluida una mujer) de la 18 en el interior de una lujosa vivienda ubicada en Las Mesetas, una colonia de clase media alta de San Pedro Sula.
Esta clica, que financiaba los gastos personales de los integrantes y las operaciones delictivas con dinero obtenido por medio de la extorsión, poseía un fusil Galil, cuatro AR-15, chalecos antibalas rotulados con las siglas de la DPI (Dirección Policial de Investigaciones), uniformes y zapatos militares.

Extorsión y droga

Pese a que en El Pozo y La Tolva están recluidos más de mil de sus miembros, con los cuales la 18 perdió más de 200 clicas (a razón de cinco miembros por cada una) de su estructura, hombres y mujeres jóvenes de sectores populosos de San Pedro Sula (Chamelecón y Rivera Hernández), La Lima (Planeta) y Choloma (López Arellano) se suman a la organización.

Periodistas de la unidad de investigación de LA PRENSA que visitaron la Rivera Hernández, Planeta y Chamelecón, constataron que las calles de estas colonias siguen siendo vigiladas por integrantes jóvenes de la 18, también de la MS, pese a que elementos de la Policía Militar realizan patrullajes.

Fuentes radicadas de La Planeta, que solicitaron el anonimato, explicaron que los nuevos integrantes de la 18 “están utilizando a las mujeres (incluidas algunas integrantes antiguas) para vender drogas y cobrar la extorsión”.

A mediados de marzo, la FNA capturó a Lubina del Carmen Alcántara (41 años) y Orlanda Ferrera Madrid (44 años), integrantes de la 18, en posesión de L40,000 (en billetes de L500), producto de actividades extorsivas y 14 bolsas de plástico que contenían cocaína y dos celulares.

Ahora que Varrio 18 carece de suficientes líderes que funjan como jueces en casos de diferencias internas, las mujeres corren mayor riesgo de ser asesinadas por los “hommies” cuando las cuentas no cuadran.

A la vez, ellas enfrentan más probabilidades de ser capturadas por la FNA porque esa organización se ha quedado sin dirección.

Quieren mantener vigentes las reglas
Cuando estaban en los presidios de San Pedro Sula y Támara, los jefes de Varrio 18 gobernaban esas cárceles con la ley de “no oigo, no miro y no hablo”. En El Pozo y La Tolva no tienen poder; sin embargo, en sus barrios, los aspirantes a jefes quieren mantener vigentes sus 18 reglas.

1. El “varrio” no es un juego
2. Siempre representar al “varrio”, nunca lo renkees.
3. Nunca dejes vendido a un “hommie”.
4. No violar o intentar violar.
5. No robar en el “varrio” o al “varrio”.
6. No trates de ser como nadie, sé tu persona.
7. No envidies a nadie, no seas envidioso.
8. Dedica todo el tiempo al “varrio” y aprender de la grande.
9. Respeta el “varrio” y cada uno de los “homeboys”.
10. Respeta tu serenidad.
11. No le mientas al “varrio”.
12. No pongas de paro al “varrio”.
13. Donde quiera que vayas siempre pon al “varrio” en lo más alto y su placaso.
14. Nunca le saques el arma a un “hommie”.
15. Nunca ratees al “varrio” o será fatal.
16. No pongas abajo a un “hommie”.
17. Recordar siempre a todos los hommies que dieron la vida por el “big varrio”
18. Dieciocho hasta la muerte.